Granada es una ciudad que no se oculta, su verdadera identidad se puede capturar de un solo vistazo, ya que ella misma hace de cada calle un mirador; de cada altura un lugar donde observarla y apreciar como cada una de sus casas blancas se ha posado en las laderas con la misma armonía y delicadeza que los copos de nieve lo hacen en las cumbres de Sierra Nevada. Porque de un solo vistazo Granada muestra todo lo que es, es luz, es blancura, es la presencia rotunda de la Alhambra que la observa desde las alturas, es la imponente catedral, es el intrincado trazado de las calles del Albaicín, la elegancia y rectitud de la Gran Vía, es el ordenado trazado de la periferia, es el verde de los cármenes bosques y jardines, es la llana y fértil vega consumida cada vez más por la ciudad, es la escarpada sierra que la cobija, es cielos azules y eternos atardeceres, Granada es la visión de cada persona que la ha vivido la vive y la vivirá.

Desde San Miguel Alto.