Las imagenes fueron tomadas antes de las vacaciones de verano, en esos últimos días de libertad familiar, antes de volver a casa por vacaciones.

Ojalá se pudieran ver en las fotos lo mucho que disfrutamos día y las vistas que teniamos bajo nuestros pies con tanta claridad como lo vieron nuestro ojos, una panorámica inolvidable. Dispusimos una manta y sobre ella decidimos despedirnos del día cenando unos tapers de comida que habiamos preparado en casa. 

A pesar de que ninguno de los que cenamos allí eramos granainos, todos los sentiamos como nuestro hogar, nuestro lugar.

Desde entonces espero con ansia una promesa que alli nos hicimos, al menos una vez al año, debiamos intentar visitar ese lugar.