En este texto, el autor hace una crítica del papel que toma el urbanismo con la llegada del Modernismo, en el que se deja de tener en cuenta, por lo que la ciudad avanza en un curso totalmente distinto al planificado por urbanistas y arquitectos. Esta situación queda claramente descrita en una de las frases que utiliza el propio autor: "Ahora vivimos en un mundo sin urbanismo, sólo con arquitectura, cada vez más y más arquitectura".

Se construye sin tener en cuenta filosofías, proyectos... llevados a cabo por urbanistas o arquitectos, simplemente se construye.

Después define cómo será el nuevo urbanismo, mucho más libre, más humanizado, que permita cambios y desarrollo, un urbanismo "capaz de reinventar el espacio psicológico" pero que no parta de cero, sino que se dedique a incrementar y modificar. Anima a no tener miedo a los cambios que se quieran realizar.

Desde mi punto de vista, se trata de una idea acertada, ya que comparto la crítica que hace a la arquitectura aislada, que no tiene en cuenta el entorno en el que se encuentra, y a la pérdida del protagonismo que debería de tener el urbanismo.

Esto queda demostrado cuando se construyen edificios sin necesidad, simplemente por ambición o especulación. La arquitectura debe de estar mucho más ligada a la necesidad del hombre, construyendo siempre con cierta lógica, y esto debe de estar ligado a la idea de urbanismo.