El arte de la facilidad:

Basicamente, este texto trata del trabajo del urbanista como protector de la riquesa del ambiente en su carácter múltiple y variable. Así, la planificación tiene que tomar en cuenta todos los aspectos de un ambiente, que sea fisíco, social, psycológico... y dejar una plaza a lo que fue y lo que sera para preservar su equilibrio y su matiera. Ninguna solución preestablida puede asegurar responder a un caso que sea, por naturaleza, particular.

No obstante, como le hemos visto en la reflexión precedente, la planificación es dependiente de un sistema informático, y un pensamiento asociado que normaliza y, sobre todo, transforma la creación urbana en producción urbana.

De este modo, el espacio esta producido a través de un proceso que registra datos y establece una formula de tratamiento estandardizada.

Una situación, desencadena automáticamente una solución tipo calculada que va configurar este caso partiular para que se puede entrar en el sistema general.

Así, como se clonan las personalidades entrando en el red informático, un espacio componido de diversas capas de tiempo y practicas se encontra alisado para satisfacer al modelo.

Hasta sus formas y sus percepciónes, las nuevas construcciónes se establecen en lo real como imagenes virtuales: aún más transparentes, como si tenían que ser immateriales y a menudo compuestas como se componen los elementos en el espacio virtual de los programas de concepción básicos: por agregación de volumenes simples.

Que raro dejar la gestión de nuestra realidad tridimenciónal y perceptible a un sistema virtual que aplana todo y excuye el sensible!

El otro peligro es la capacidad de seducción de la informática sobre el usario como el conceptor.

Por un lado, el juego pasionante de la informática parece darnos la posibilidad de plantear de manera total, controlando cada elemento hasta el más infinito detalle en un sentimiento de dominación de cada aspectos de la situación...

En este seducción del conceptor via el principo de funcionamiento de lo virtual, nosostros nos perdemos en la especialidad del detalle, olvidando la especifidad del conjunto que relaciona a las cosas, y que es el principo de funcionamiento de lo real.

Además, créemos poder liberarnos del contacto fisíco con el espacio a planificar y se roto el principo de realidad del ambiente y de la población usaria. Este hecho esta aumentado por la construcción inmobiliara que se planea sin factor humano preexistante y así, sin vínculo a su futura realidad.

Por otro lado, la representación informática, en su carácter acabado, completo, perfecto de imagen detallada, casí real, permite a cualquier usario futuro, de proyectarse en un espacio inexistante en total confianza y tranquilidad. Pero, a menudo, estas imagenes excluyen el contexto para alcanzar a su ideal así que todas las esperanzas del cliente parecen posibles.

De esta manera, la concepción se transforma un poco más en marketing, el proyecto en producto de venta y en usario en cliente. Además, es el intrumento que instrumentaliza a los actores.

Por eso, y como lo especifica el texto, el hombre tiene que ser al origen de cada cosa en el sentido que cada cosa cnstruida es el hecho del hombre por su mismo. La informática tiene que volver a su lugar de instrumento y el conceptor a su lugar de gestor. Solo el hombre tiene las aptitudes del análisis, de la percepción sensible, del aprendizaje y de la adaptabilidad. El tiene que considerar de nuevo la complejidad de las cosas como un sujeto de busqueda continua y utilizar la informática como instrumento de asistencia a sus proprias voluntades y certezas.

Para concluír, la urgencia urbana en la cual estamos, no tiene que ser una excusa para abandonarse a la facilidad de los atajos informáticos. No tenemos que informatizar lo real sino que planearlo siempre según factores humanos y ambiantales, ayudandonos de la precisión informática para estructurar los resultados de nuestras investigaciónes en lo real, que sea el ambiente o la población.