Nunca habría podido pensar que un cementerio pudiera ser un lugar capaz de crear tantas sensaciones diferentes hasta que visité el cementerio de San José de Granada. Sin duda mi parte favorita de este lugar se encuentra en el punto más alto: el Jardín de los Alixares. Lo primero que me gusta del lugar es el recorrido seguido para llegar hasta él, con numerosos marcos que vierten las vistas hacia Sierra Nevada, y nos provocan esa abrumadora sensación de la grandeza de la naturaleza frente a ti. Después, la parte del jardín consigue conjugar la mirada hacia lo histórico, estando basado en la reconstrucción de un palacio nazarí; la conexión con la naturaleza, apareciendo abundante vegetación y con las vistas de la sierra; y lo que quizás más me gusta es la invitación a la relajación y reflexión que conlleva, con una plataforma de madera elevada, que parece estar flotando en la que podemos sentarnos y contemplar el estanque o las vistas.