En el texto se establecen en seis puntos algunas de las bases del urbanismo y el trazado de las ciudades, el cual defiende por una parte la importancia de un buen funcionamiento del trazado que unen los hitos de la ciudad, ya que estos serán los que crearán el ''itinerario'' de la ciudad, los lugares donde se condensen más actividades y sucedan mas encuentros y bifurcaciones.
Para facilitar el movimiento y vida, se ha tratado de simplificar estas complejas tramas que dan lugar a los espacios públicos de las ciudades, lo que trajo con sigo una segregación de espacios conflictivos, cambiando la lectura de las ciudades hasta entonces vistas.
Trazar es trocear, dividir, hacer que un problema de gran escala se resuelva en problemas más pequeños y con más detalle que al unirse dan como resultado el conjunto complejo pero ''ordenado'' en el que vivimos, y podemos comprender, para ello una de las herramientas empleadas es la medida, la semejanza y diferencia de escalas que dan el ritmo a las ciudades, y condicionan su tratamiento, otra herramienta es la geometría, formas con las que nos sentimos cómodos y nos permiten un organización del espacio de una forma más simple...
En conclusión, el trazado urbanístico de una ciudad es un ejercicio en el que de forma simultanea se han de tratar todos los problemas a la vez, los de gran escala, los de mayor detalle, las geometrías, las aglomeraciones, los vacíos... hay que entenderlo todo de forma independiente y conjunta, tanto en el espacio como en el tiempo, y no como individuo sino como sociedad, tanto actual, como la pasada como la que vendrá