El último superviviente. Así denominaría yo a este cine. El único que, tras el cierre de los Multicines centro y Aliatar en los últimos años, sigue proyectando películas en Granada más allá de las galácticas y modernas salas de cine de los centros comerciales.

Una única sala, una cartelera siempre de calidad, alternativa al cine comercial. Doble altura, paredes de madera y butacas rojas. La esencia, la magia, historias e historia que este lugar ha ido acumulando desde que abriera sus puertas en los años 60 hacen de él un lugar genuino de nuestra ciudad.