Cuando Gómez Ordoñez habla de cómo trazar el territorio podría asemejarse a cuando Kevin Lynch habla de los cinco elementos que componen la imagen de la ciudad: Hitos, nodos, bordes, sendas y barrios.

Cuando pensamos en una ciudad lo primero que se nos viene a la mente son los espacios singulares que la componen, hitos que tenemos como referencia o lugares que nos generan un conflicto, como encrucijadas o bifurcaciones.

Estos lugares es normal encontrarlos enlazados entre si por un camino que nos resulta fácil de indentificar, una senda, un itinerario que los relaciona, alrededor del cual van surgiendo diferentes espacios en la ciudad. Podría ser al revés, podría ser en ese propio camino donde vamos buscando puntos de referencia y a partir de aquí surjan lo que llamamos hitos.

Pienso por ejemplo en Granada, un hito fácilmente identificable por todos podria ser la plaza de Isabel la Católica, es un lugar de conflicto donde confluyen varias vias de importacia. Una vez en este punto tienes que decidir qué camino tomar, por Gran vía, Reyes Católicos u optar por Plaza nueva y la carrera del darro. Es también donde se genera el límite con el barrio de Realejo y San Matías.

Un posible itinerario podría ser el de Reyes Católicos. Por aquí no tardas en encontrarte con otro hito, Puerta Real, de nuevo un nodo, un espacio de encrucijada donde confluyen distintas calles. Podrías elegir cualquiera de los caminos que se ofertan porque te volverían a llevar a otro lugar destacado. A esto se refiere el texto cuando habla de trazar, trazar es relacionar. Si no tuviéramos referencias caeríamos en la monotonía.

En los últimos años, pensando en factores como el tráfico, se ha producido una simplificación de los trazados, destruyendo el potencial de los trazados más complejos que son capaces de albergar este tipo de singularidades. Todo se establece dentro de manzanas geométricas sin apenas distinción que hacen que la ciudad acabe siendo aburrida.

Otro factor a tener en cuenta en el trazado de la ciudad es la escala. Puede hacer que la ciudad sea dinámica o que no lo sea. Puede diferenciar distintos espacios y separar barrios, como cuando atraviesas Gran vía hacia calle Elvira y la escala pasa de una más monumental a una mucho más irregular y doméstica.