Cuando vamos a una ciudad o nos movemos por ella, nuestra guía son elementos característicos, es decir, nos sirven como método de orden.

La forma en la que hilamos los lugares es producto de ciertos aspectos, como los programas contemporáneos del habitante. Así es que la ciudad es reflejo de la vida actualizada, se conforma según sean necesarios los espacios: públicos, de confluencia, ...

Para repartir el terreno, mirando al pasado encontramos un método cotidiano: la subdivisión en cuadrícula. Queda claro que depende el lugar (Europa, EE.UU., etc) las cuadrículas varían de tamaño, al igual que varía según el estatus social al que se destinaba.

Al final, la arquitectura se ddefine con medidas exactas, pero se tiene que respetar un entorno situado previamente en el lugar de actuación. Aparecen "preferencias" visuales, lo que suelen ser aquellos edificios que comprenden mayor escala por tener que destacar como elemento principal o por otro tema, como la relevancia política, económica...

En la arquitectura clásica destacan ciertas formas geométricas, aunque existen otros modos de dividir o articular el terreno. Por otro lado, nos apoyamos de las fromas dictadas de otros elementos, trazados obvios de los cuales surgen zonas.

Sirviéndonos de distintos dibujos -varias perspectivas-, logramos entender las dimensiones del espacio. Desde aquí, hemos de saber responder a las necesidades del momento y "visualizar" las que vendrán.

Foto de portada: Obra de Walter de María (Land Art)

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