¿Cómo y cuándo se proyecta el espacio entre las arquitecturas?, ¿A qué escala hay que tratarlo? Estas preguntas surgen por el entorno que no rodea, el cual, seguimos sin saber tratar con total certeza. Ya que en esta profesión hay que inventar, con acierto, una buena respuesta para un interrogante que no tenemos bien definido. Porque, ¿Qué es realmente el urbanismo?, el vacío entre las construcciones o la naturaleza potencialmente habitable.

  Pero cada lugar tiene unas características diferentes, y no podemos definir urbanismo en una ciudad de la misma manera que en un pueblo. Por ello no podemos definir una calle principal genérica, dando medidas y detalles, ya que esta escala puede cambiar según el tamaño de la ciudad.

  Aunque definitivamente podamos definir un eje en cualquiera de los casos, ya que esto es algo que se diferencia del resto, dividiendo el espacio y conduciendo la mayor parte del flujo. Y es que siempre han existido este tipo de ejes, como los rurales (regadío), los de las cacerías,…  Y es que estos ejes siempre han sido impuestos por el hombre, evadiéndose de su entorno. Y con el tiempo, esta evasión se hace más evidente, al trazar carreteras o los propios nuevos ejes de las ciudades que “cortan” el entramado.

  Es entonces cuando surgen los planes para los nuevos ensanches de las ciudades. En los que no se tienen en cuenta ni la ciudad histórica, ni la diferencia del terreno en el que se implantan. En contraposición a la sorpresa del casco histórico, de calles estrechas que se adaptan al terreno y que tienen diferentes momentos. Por lo que surge la pregunta, ¿Cómo debería ser el lugar de hoy?

  Y es que se ha construido sin tener en cuenta el entorno, y trabajando aisladamente. Por lo que se ha construido artificialmente y sin tener en cuenta el resultado global. Ahora se ha dejado de hablar sobre las calles como caminos, ahora son simples ejes que nos llevan a lugares, a menudo “centros” en lo que se mueve toda la actividad, por lo que se ha descuidado el resto.

  Estos ejes solo unen espacios, no los crean. Y al final crean ciudades vacías con una gran tensión entre lo edificado y lo no edificado. Son meros canales de tráfico en los que solo hay movimiento.

  En resumen, las ciudades actuales están llenas de “urbanismo” aunque no sepamos realmente la definición real de este concepto. Y aunque lo asimilemos al simple hecho de unos ejes que nos dirigen a ciertos puntos de la ciudad mientras atravesamos una trama de construcción y vacíos. 

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