Emigramos a las ciudades con la esperanza de que viviremos mejor.

Esta migración que teoricamentente, debería hacer que nuestra existencia sea mas social, puede dar lugar justamente a lo contrario.

El aumento de población en las ciudades genera la consecuente demanda de viviendas, por ello la ciudad se expande.

China, a pesar de tener un claro ejemplo en la historia europea, en cuanto a lo que no hay que hacer en el desarrollo de las ciudades, la ambición y los intereses económicos, han conducido a la repetición de estos mismos errores, despreocupándose de la cultura y el estilo de vida tradicional.

Como la ciudad aumenta , los trayectos son mas largos, el día acaba y nos aislamos de la sociedad. Deberíamos crear ciudades que beneficiaran nuestros propios intereses, cómo nos gustaría vivir.

La forma en la que se organizan las ciudades condiciona nuestro estilo de vida.

Crear espacios públicos favorece las relaciones sociales. Al caminar podemos sentir el entorno, ver, oler, tocar… percibimos la ciudad en su esencia. Por el contrario,  las expansiones que realizamos de las ciudades, al estar pensadas únicamente por intereses funcionales y prácticos , pierden esa condición sensible.

Planificar la ciudad requiere estudiar y tener en cuenta a todo aquel que participe de ella.

Al igual que en el incendio de Chicago, el terremoto que se menciona en el documental , ofrece la oportunidad para empezar de nuevo, partiendo de la experiencia, generar una ciudad que fuese producto de las necesidades de la sociedad.

Debemos de generar posibilidades, crear un marco, dentro del cuál se desarrolle la vida social de la ciudad.

En mi opinión, el ser humano es un ser social, al que no podemos controlar, sin embargo podemos sugerir situaciones que lo lleven a actuar de una forma u otra. Crear caminos para pasear, colocar asientos para leer o descansar, iluminar un callejón para atravesarlo sin miedo…

Planificar no significa controlar, sino orientara la sociedad para que realice una serie de actividades que podemos plantear, sin tener la certeza de que sigan el camino que elegimos para ella.