Nos plantea que los lugares bellos parecen haber surgido sin planificación alguna, en contraposición de los toscos e incomodos edificios construidos en la actualidad tras una larga meditación. Deberíamos reflexionar sobre que grado de planificación y que grado de espontaneidad es el realmente correcto. Hoy en día son diversos los motivos (económicos, la construcción a gran escala...) que nos obligan a que los edificios e infraestructuras estén ampliamente premeditados y cada vez sea más difícil atender los intereses personales del consumidor.

De hecho, emplazar es un disposición premeditada en la que edificios diseñados con anterioridad son encajados en parcelas disponibles. El emplazamiento producirá un impacto biológico y social, convirtiéndose en una característica del ambiente ya que esta organización persistirá durante generaciones. El hombre y el ambiente funcionan conjuntamente, el paisaje no determina la naturaleza del hombre pero sí condiciona su comportamiento. El deterioro del paisaje es perjudicial para todos, sin embargo un correcto emplazamiento puede ayudarnos. Pero, ¿qué es emplazar? Es el arte de organizar el medio físico acorde al comportamiento y las necesidades humanas. Este arte engloba varias ciencias como la arquitectura, la ingeniería, el paisajismo y el urbanismo. La planificación del sitio debe diferenciarse tanto del diseño urbano como del diseño de elementos exteriores como edificios.

 El proceso comenzaría por conocer a las personas para las cuales se va a crear el sitio, así como la función que se le va a dar. Se establecerán las características que requiere así como el coste, para finalmente crear un diseño. Pero este no es un proceso lineal, sino que es un proceso reiterativo, antes de establecer los propósitos es necesario conocer las limitaciones del terreno.

Definimos sitio como un conjunto de objetos y actividades, y este debe ser entendido con sus limitaciones pero también con expectativas de las posibilidades que puede llegar a ofrecer. En cuanto a los objetivos, son siempre específicos y particulares y, deben ser establecidos por el usuario del sitio. Pero, en cualquier caso, el diseñador tiene la responsabilidad de aclarar y mejorar dichos objetivos buscando nuevas posibilidades. Estos objetivos pueden conseguirse a través de varios sistemas que también deben ser estudiados para utilizar aquel que resulte más provechoso.

La destreza de los diseñadores reside en comprobar continuamente el medio y el cumplimiento de los planes. Este tipo de planificación es un arte antiguo pero actualmente se están realizando análisis de trabajos anteriores para así conseguir una base de datos que puede resultar ventajosa. De todas formas, cualquier plan de emplazamiento lleva consigo un aprendizaje, es necesaria la visión personal del diseñador y su comparación con el programa original.

Cada sitio arrastra su historia al presente, la cual seguirá siendo modificada en el futuro, continuamente adaptándose a las nuevas demandas.