En este texto, prólogo de una reedición de texto de Raymond Unwin « Para un urbanismo particular » por Manuel De Sola Morales, no se trata de volver esencialmente sobre la modernidad de los diversos temas de proyectos desarrollados por « el padre del urbanismo británico »;  pero sobre todo insistir en el tema del suelo, como proyecto arquitectural separado que necesita la comprensión de dos posturas fundamentales del urbanismo como planteamiento (enfoque o criterio ) : el enfoque formalista y el enfoque informalista. 

En urbanismo todo es negocio. No se trata en efecto de producir un resultante a partir de las diversas pistas de investigaciones, pero sino de ajustar nuestra visión, con el fin de distinguir y comprender todas las posibilidades.

Es defendido aquí, una escuela sin escuela, un urbanismo basado en la práctica, un paso basado en observaciones empíricas ( que se ata exclusivamente la observación y la clasificación de los datos sin la intervención de un sistema o de una teoría a priori). Estoy de acuerdo, Pienso que lo que es interesante en la ciudad los son los matices, porque resultan de la coexistencia de entidades que pueden fundamentalmente ser opuestas o análogas. Todo es cuestión de equilibrio. La urbanidad de una ciudad resulta profundamente, del movimiento de su piel, de sus contrastes : ser urbano es ante todo saber coexistir.