Las ciudades naturales frente a las artificiales.

Las diferencias que existen entre ellas como se dice en el texto son los subconjuntos funcionales que las forman. Las ciudades naturales los han ido formando de forma ‘improvisada’, según nacen las necesidades; en las ciudades artificiales se ha intentado prever estas necesidades y se les da respuesta en un plan previo. Para conseguir una ciudad realista estos subconjuntos deben formar una unidad y no ser un grupo de partes.

El hecho de que las ciudades naturales tengan un carácter diferente a las artificiales no tiene que ser mejor o peor.  Las personas tienen que ir dando forma a la ciudad, adueñarse de ella y darle vida. Es así como una ciudad consigue ese carácter. No tiene por qué pensarse una ciudad para que consiga tener la misma vida que una ciudad relativamente antigua y lleva de vida, y basarse en ella. Cada ciudad es diferente y tiene su propio carácter. No tienen que tener una lista fija de cosas o una determinada forma.

A raíz de varios experimentos y ejemplos, se concluye que la forma de una ciudad la componen múltiples formas simplen pero que hacen del resultado una compleja red unida que debe conectarse en sus recobecos para conseguir una mayor unidad.

Fuente de la imagen:http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=11252