En el texto se nos invita a la reflexión del uso del suelo en lugares como la periferia, donde encontramos un gran fracaso por la realización de edificaciones aisladas, dejando vacíos descuidados, deshabitados...Se propone una manera de solucionar estos problemas que se describen, dando importancia a elementos en cierto modo olvidados.

   El texto nos lleva a encontrarnos con dos formas de afrontar estos problemas de manera totalmente contraria: el "formalismo", que se apoya en la legislación, trazado, tradiciones... y el " informalismo", que se apoya en el lugar, edificación, contraste...

   Desde mi punto de vista en muchas ocasiones la mejor solución a estos problemas no se encuentra en una sola de estas posturas que se nos plantean, si no en la habilidad de saber integrar las dos. Llegar a conseguir una estructura natural, acorde con el entorno en que nos encontramos, capaz de integrarse perfectamente en él, pero siguiendo una serie de pautas; organizada en cierto modo para no perder esas emociones que nos producen ciertos lugares, pero sin llegar a encontrarnos en un espacio caótico, sin ningún sentido. Basta con solo pasear por las zonas más antiguas de ciertas localidades para darse cuenta que esa "informalidad" de calles estrechas, sinuosas, espacios que no esperamos encontrar mientras paseamos,lleva a la creación de ciertas emociones que paseando por los centros más planificados de las ciudades no encontramos.

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