Es curioso obsevar como Unwin, un urbanista inglés de principios del siglo XX reflexiona sobre temas tan presentes en el urbanismo hoy en día. Esto nos hace ver que los temas que hoy se debaten no son precisamente actuales, son cuestiones que se llevan arrastrando décadas, que han dado lugar a miles de ideas, proyectos o metodologias, y a la vista está que ninguna de ellas ha dado solución al problema de la nueva ordenación de las ciudades ya que se sigue hablando de él.

Vuelve a mencionar todos los temas ya mencionados en textos con anterioridad, el problema de la jeraquía, el límite entre la ordenación estricta y el libre crecimiento, lo formal y lo informal, regular e irregular, siempre el conflicto formado por dos concepciones antagónicas, contrarias, que Unwin no las considera excluyentes, si no que una puede contener a la otra. 

Defiende de nuevo la idea de que cada ciudad es única, tiene personalidad propia, cada una vive y crece en su contexto, tanto ambiental como humano y hay que entender perfectamente su personalidad, predecir sus movimientos para poder adelantarse a ella y prepar el terreno para que su extensión siga cierto ``orden´´ predeterminado pero siempre dejando a la ciudad crecer por ella misma y como naturalmente lo haría.

Como se dice al finalizar el texto, el urbanismo es el diseño de las formas de los modernos problemas urbanos, problemas que van desde la relación de los pequeños elementos que forman la arquitctura; de como se relaciona la arquitectura entre sí y de como ésta forma el trazado que acabará formando la ciudad. Resuelve los problemas de todos y cada uno de los elementos, pequeños y grandes, que componen la ciudad.