Thomas More propone en Utopia una arquitectura y un urbanismo inteligentes, que une lo útil con lo agradable. Los hombres de esta isla concibieron y realizaron en efecto todo para hacerla perfectamente funcional y segura. Las construcciones humanas cumplen funciones bien identificadas : los puentes y las calles aseguran una circulación fluida; las murallas, la fortaleza, los fosos garantizan la seguridad de los habitantes; las canalizaciones y el sistema de recogimiento de las aguas pluviales protegen la ciudad de toda escasez de agua potable. Las casas particulares son también descritas por el autor como siendo fáciles vivir y bien pensadas : ambas puertas permiten una circulación fácil entre la calle y el jardín, las casas forman " dos filas continuas " y contribuyen así a la cohesión de las viviendas y de la ciudad.

El fin de esta geografía y de esta arquitectura es el bienestar y la comodidad de los habitantes. Sin embargo ésta no es únicamente funcional: el puente que úne la ciudad a la orilla opuesta debe ser " una obra de piedra de una muy bella curva ", las " construcciones tienen buena apariencia " y las zonas verdes son integradas en la vida urbana. Esta isla sería pues paradisiaca.

El interés de este extracto reside en las ideas innovadoras que expresa. Thomas More, por una forma literaria original, vivamente critica su sociedad de origen marcada por la miseria y la desigualdad y propone un programa de cambio social, basado en los principios humanistas que defiende : importancia del conocimiento y qué la cultura sea abierta a todos, búsqueda de la felicidad y del bienestar. La economía, la defensa del país, la ordenación del territorio, las leyes sociales sirven este objetivo de felicidad para todos. La armonía se basa en la igualdad social y política entre los ciudadanos.

¿ Sin embargo una sociedad como la descrita en la obra es muy realista ? Habrá que subrayar en efecto los peligros de Utopia. Primero, bajo una aparente equidad social, el esclavismo siempre está presente. Los habitantes de Utopía pues no son verdaderamente iguales. Además, encontramos en el texto concepciones morales del siglo XVI, que estaríamos en derecho a reinterrogar hoy (condena grave de la pereza por ejemplo). Por fin, en este texto, la igualdad parece idéntica a la uniformidad. Todo el mundo es el similar. Es una vida colectiva que ignora completamente al individuo y la vida es completamente organizada con todos los detalles, según una uniformidad del diario. ¿ Quién desearía esto?