Urbanismo, una profesión que se encuentra en una tremenda decadencia, puede ser por la tendencia a la construcción en altura, ese ahorro económico que se produce también con el ahorro de suelo. Como constructores y promotores se lucran a costa de los habitantes de estas torres que usamos como lugar para vivir.

También influye el éxodo rural q se produce desde la revolución industrial, como pequeños núcleos de población van desapareciendo a favor de las ciudades, que se convierten en máquinas de habitar y muchas veces sin tener en cuenta la comodidad de los usuarios. Simplemente son necesarias más viviendas y se construyen.

También la especulación y la construcción masiva de viviendas que más tarde a causa de la crisis económica quedan inhabitadas o en sus peores casos ocupados sin ningún mantenimiento que produce un deterioro a un ritmo mayor de lo habitual.

El urbanismo, siendo una herramienta necesaria, mejor dicho un buen urbanismo, que cambie a mejor la forma de vivir es necesario aunque no siempre se utiliza como es debido y nos ha llevado a esta situación de masificación y vivienda precaria.

Creo q esta ha sido la muerte del urbanismo y ahora con estos excedentes es con lo que debemos trabajar los urbanistas, modificándolo, adecuándolo, haciéndolo más habitable para crear ciudades mejores.