La ciudad no es un árbol.

Las ciudades de hoy en día se asemejan más a las ciudades artificiales, a la ciudad árbol, faltándoles esa esencia que poseían las ciudades naturales. Eran espontaneas, crecían según las necesidades de las personas al habitar el lugar. En cambio, las ciudades artificiales están diseñadas por ordenadores, totalmente planificadas y organizadas, de lo general a lo particular. De ahí que sean árboles, ya que van creciendo en base a un criterio perfectamente organizado y esquematizado. La ciudad está controlada por un ordenador que la organiza mediante carpetas, cargándose esa esencia de espontaneidad. Aunque hoy en día no solo las ciudades están estructuradas en forma de árbol.