El texto nos habla sobre la planificación de los elementos urbanos y el uso posterior que a estos se les da. Lynch reflexiona sobre el posible azar al que el urbanismo puede estar sometido. En ocasiones parece que este azar es aceptado sin mas critica. En este momento es donde el arquitecto tendría que mostrar las enormes posibilidades de un espacio tanto privado como publico. Debe tener en cuenta numerosos problemas como el emplazamiento (mencionado en el texto), las variantes que pueda tener el mismo, poner en valor un la posibilidad de un espacio entro otras cuestiones. Seria ideal acercarse a con una intervención mínima y sacar un máximo de acierto.

Es cierto que tenemos problemas con ciertas intervenciones que han caído en el desuso por la falta de aceptación popular, una intervención no acertada o falta de pericia para la utilización del espacio, o incluso las tres a la vez.

No podría existir un proyecto sin su emplazamiento, es algo básico y vital, tanto que el texto lo trata con fuerza. Este factor es decisivo a todos los niveles y condiciona la intervención por completo. Soleamiento, sombras, viento son variables que se configuran de una determinada manera según el espacio, es importante entenderlas y jugar con ellas. Como conclusión debemos saber respetar y darle la importancia que le corresponde al espacio y lo que le rodea.