¿Por qué planificar?

La auténtica cuestión no es plantear si los sitios deben ser o no planificados, sino en qué grado y medida deben serlo.

Formalmente, el proceso de planteamiento del sitio empieza por conocer las personas para las que se va a crear el sitio, y de cuál va a ser su papel en él, una vez desarrollado el plan.

Éste proceso debería de verse como una siguiente intervención en la prologada interrelación entre los habitantes y los espacios que lo rodean, ya que cualquier plan, por radical que sea, debería mantener alguna continuidad con el lugar pre-existente.

Los objetivos de este proceso son, como el sitio mismo, siempre especificos y particulares. El emplazamjento de un sitio, siempre va a limitar lo que la gente pueda hacer allí y, al mismo tiempo, puede abrirles nuevas oportunidades, sabiendo que no se puede cambiar elementos importantes sin que aparezcan amplias repercuciones.

Y ahora la cuestión es ¿Quién establece estos objetivos?.

Cómo dice en el texto, debemos tener en cuenta que siempre habrá una mano controladora, que de forms voluntaria o no, tendrá que asumir que ignora la zona y el grupo para quien diseña, tendrá que preveer esos cambios en el ámbito más lejano posible, dándose cuenta de que otros en un futuro, ajustarán su plan a nuevas demandas.