El arte de planificar el sitio debemos de comprenderlo y estudiarlo como una forma de moldear, acomodar, adaptar... la organización del espacio físico público externo al comportamiento humano que necesita según el contexto de lugar, condicionantes naturales y artificiales, tiempo, etc. Un comportamiento diverso constantemente condicionado por diversos aspectos sobre un lugar que sepa y pueda con cierta libertad adaptarse a esas situaciones siendo un lugar de cambios continuos. 

 

En el texto se explican una serie de conceptos para sensibilizar al lector sobre el espacio donde se va a intervenir. Es por ello por lo que nos quiere hacer ver que la planificación no ha de ser siempre previa a la intervención pues primero se ha de estudiar todo y establecer unos objetivos claros, buscando siempre una mejora de calidad de vida para el habitante en el lugar de intervención.

 

Lynch nos resalta algo que comparto, la necesidad de un estudio profundo sobre el lugar y condicionantes externos que nos determinarán un mayor número de objetivos a fijar y resolver y a poder descubrir de una mejor forma las necesidades sociales y arquitectónicas que nos piden a gritos los lugares de intervención. Por ello, sería necesario conocer al habitante que va a ocupar el lugar y a los planes para los que será destinado dicha zona, pues la intervención puede tanto restar como sumar nuevas posibilidades al lugar tratado y a sus habitantes.

 

Debemos tener también en cuanta cómo el humano y el hábitat en el que se encuentren han de compenetrarse y funcionar en conjunto. Por ello, dicha planificación del sitio debe regirse según como arte de organizar el espacio físico exterior siendo soporte del comportamiento urbano, siendo posible que las experiencias posteriores del lugar modifiquen los planes iniciales con los que fueron planificados.