Moro describe un país con una sociedad que se adelantaban de su época. En el siglo XVI, una época en que muchas sociedades y países todavía se encontraron en el medieval oscuro, Moro habla de un pueblo libre, en que no existe el deseo de propiedad, de ser mejor que otros. Por eso tampoco hay dinero. La sociedad de que estaba pensando funciona como una gran comunidad, como un colectivo, en que todos trabajan para el bienestar de su pueblo. No hay guerra, hay paz, porque el país está perfectamente protegido por su entorno y su sitio. No hay envidia y conflictos entre las ciudades diferentes, porque son completamente parecidos, tienen el mismo tamaño y el mismo aspecto físico, la misma estructura, y la misma administración. Hay una capital que se distingue de las otras ciudades por la sede del senado.  Las familias están bien organizadas y trabajan de una manera muy efectiva, son pragmáticos. Tienen una cabeza de la familia, treinta familias están velando por un “filacro”. Cada ano cambian las familias de la ciudad y el campo. Familias de la cuidad alimentan la sociedad por trabajar en los campos, y las familias de los campos producen y aprenden en la ciudad. Así hay más cambio e innovación, no existe desigualdad entre ciudad y campo. El autor describe una utopía. Se trata de un mundo soñado, una realidad fantástica que así no puede existir o va a existir en nuestro mundo. Pero se puede usar como un campo de experimentación. Nos muestra que siempre hay cambio, que éste cambio es necesario y que existen cosas que también podemos lograr en nuestra realidad para mejorar nuestra sociedad y nuestro mundo.

Fuente imagen: https://www.stufftoblowyourmind.com/blogs/retrofuturist-flashback-horizontal-skyscrapers.htm