Un texto muy interesante tanto en su forma de decir como empieza a idear hasta la forma en la que debate que ciudades han conseguido una buen urbanismo y como algunas a pesar de tener un buen orden no trasmiten y como esto les hace decaer y no gustar pero cuando comenta que la arquitectura “mala” hay que derribarla es donde veo un error, porque ¿Quién decidirá que es malo? O si ¿lo que es malo ahora en un futuro es bueno? Creo que lo que ya se ha construido no debería derribarse. Cabe decir que me parece formidable su intervención en Barcelona y su gran existo que tuvo a pesar de las múltiples dificultades que tuvo para conseguirlo, pero cuando hoy caminas por Barcelona sabes que el esfuerzo mereció la pena.