Los ejes crean una dirección marcada, nos dirigen hacia diferentes puntos de una ciudad, a partir de ellos la ciudad se configura. Nos ayudan a leer la ciudad y a entenderla, según sus flujos e hitos. Su objetivo es una comunicación eficaz de los puntos que conectan y conseguir una ciudad organizada a través de una estructura que genera el tejido urbano. Estos ejes a veces se convierten en grandes corredores donde la monotonía afecta negativamente a la experiencia del ciudadano mientras lo recorre. Calles interminables limitadas por grandes edificios, donde no encontramos un banco donde sentarnos por ejemplo, solo son lugares donde la gente pasa deprisa, sin pararse, como si no quisieran permanecer ahí. Se debería cambiar este concepto, que las personas puedan tomar estos lugares de otra forma y puedan tener otras experiencias en esos mismos lugares.