Mi propuesta utópica para la ciudad de Granada parte de la idea de densificar ocupando menos superficie por habitante, es decir, de aumentar la población que puede habitar en un determinado territorio, y de hacerlo a través de la reducción de los espacios habitables.

   Para ello imagino una nueva ciudad superpuesta a la ya existente, que continúe con su estructura urbana y con sus tramas de calles y avenida pero que crezca en altura a partir de células que generar un ambiente urbano poroso para evitar una mayor percepción de amontonamiento y no se disminuya la calidad de vida. Imagino que esto puede materializarse a través de unidades de habitación generadas por conteiners, ubicados sobre el tejido existente, de forma aleatoria. Estos serían muy utilizados en el futuro por su rapidez de montaje, lo cual sería muy útil en una situación de urgencia y extrema, por su aporte al medio ambiente, por su menor coste económico y por la utilización mínima del espacio. Además, al no estar ubicados de forma  regular se generaría, en la conexión entre ellos, un nuevo sistema de espacio público y de movilidad peatonal que podría funcionar en forma paralela, pero a distintos niveles, de la ya existente. También, los edificios y espacios que sean patrimonio de la ciudad podrían dejarse exentos, como una forma de jerarquizarlos.

   Por último, haciendo usos del avance de las tecnologías en un futuro, imagino que estos objetos podrían reflejar o digitalizar en sus muros la imagen de la ciudad actual, en caso de que los ciudadanos no estén a favor de la nueva imagen de la ciudad futura, o podría proyectarse la imagen o el paisaje de la ciudad deseable.