El urbanismo y la arquitectura están completamente relacionados, ya que de alguna manera el urbanismo es el que guía a la arquitectura para adaptar sus construcciones a la ciudad. Esto es lo que nos quiere transmitir el autor, José Luis Gómez Ordóñez, con este artículo, que urbanismo y arquitectura son cosas que no se pueden separar.
El urbanismo se da dentro de un contexto tanto social como económico que va variando con el tiempo, lo cual implicado un cambio en las leyes que rigen el urbanismo y que afectan a este, ya que la ciudad avanza y no se puede estancar en un único modelo, se tienen que establecer limitaciones para el control del masivo y rápido crecimiento de las ciudades.
En el texto se presentan las lámparas de la arquitectura, aquellas que nos alumbran para seguir por el buen camino hacia una arquitectura mucho más sensible, empática y respetuosa con las personas y la ciudad. Por lo tanto se tiene que hacer una arquitectura que se adapta a las condiciones del lugar.
Tendrá que adaptarse a la materialidad del lugar, fijándose también y tomando como referencia lugares o imágenes cercanas que permitan una uniformidad. Tiene que ofrecer una integridad social, rompiendo barreras y no creando límites entre las personas, una arquitectura para todo el mundo sin exclusiones.
Otra de las necesidades es innovar en la arquitectura, creando nuevos lugares señalados en la ciudad que ofrezcan nuevas oportunidades y actividades. Dar también vida a las zonas abandonadas rehabilitándolas, así como rehabilitar edificios ya existentes para darles vida.
Una arquitectura para las personas, para la mejora de la ciudad y calidad de vida, con vistas al futuro y no una arquitectura egoísta guiada por un mercado.