Para el análisis de este ejercicio, hemos partido de la premisa de que la topografía, las orientaciones y cuerpos de agua son algunos de los factores principales que marcan el desarrollo de una ciudad.

Nuestra ventana en la ciudad de Granada es la zona del Río Darro, donde pudimos identificar que las zonas más antiguas de la región se posicionan entorno a uno de los elementos más identificables de área: la Alhambra. Una fortaleza que se situa en la cima de la colina, hecho que facilitaba supervición y vigilancia a las ciudades de la época.

El Río Darro que ahora se puede analizar en su parte descubierta y su parte subterranea, funciona como eje rector de toda la zona, incluso en la actualidad. El aprovechamiento del río ha sido distinto en cada tiempo, cumpliendo distintas funciones como cauce de deshechos o protección intríseca de la Alhambra misma. Incluso ha sido explotado económicamente debido al oro que antiguamente se encontraba en este. Como resultado de la importancia y uso que ha tenido el río, hoy se puede apreciar como la actual zona del Albaicín es claramente delimitada y regida por este eje, las vías de tráfico de un desarrollo posterior se sitúan directamente sobre este y las plazas públicas se encuentran aledañas a su traza.

La temporalidad de crecimiento en la ciudad es muy notoria, principalmente la zona del Albaicín, donde el área limítrofe era delimitada antiguamente por una muralla. Se lee posteriormente un desarrollo distinto en la zona oeste de la ventana, sobre una topografía mucho más plana y, aunque aún es regida por el Río Darro, sigue principalmente ejes más ordenados y ortogonales. Se puede identificar tambien una falta de emplazamientos y espacios de respiro para los hitos históricos, los cuales se ven invadidos con paramentos tan próximos que es dificil apreciarlos en su totalidad.

Hitos importantes y cauce del río:

Temporalidad de crecimiento:

Plazas públicas y áreas verdes:

Visuales principales desde la Alhambra: