Proyecto: Urban Games 2019
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
01_El urbanismo y las lámparas de la arquitectura
El urbanismo es la disciplina que intenta guiar a la arquitectura en el proyecto y anclarla en el lugar, de forma que el proyecto se integre en el mismo. Si bien durante el movimiento moderno se planteaba construir un edificio que podía ser universal, hoy en día, urbanismo y arquitectura conviven y se retroalimentan, así, convergen la escala de ciudad con la escala de lo privado y se difuminan o se definen los límites entre público y privado gracias a la colaboración entre disciplinas.
Hacer arquitectura de acuerdo a las condiciones de un lugar implica (aparte, permitir la accesibilidad a todo tipo de personas):
-Tomar como referencia los paisajes próximos o propios de la zona para el desarrollo y planteamiento del proyecto, la elección de los materiales, en definitiva, lograr mimetizarse en cierta medida con el sitio.
-En barrios o ciudades conflictivas: cohesionar sociedades, romper barreras, crear vivienda social.
-Aprovechar edificios existentes en un casco histórico para lograr una arquitectura más sostenible y evitar construcciones ex novo cuando puede no haber necesidad. En el centro se concentra gran parte de la vida y actividad comercial, y si no es así, es un motivo para revalorizarlos y reactivar la vida en ellos.
-Creación de hitos urbanos o referencias en un barrio, ciudad, con los que la población pueda identificarse y tomarlos como punto de encuentro.
-Regenerar un barrio alrededor de una estación de tren, biblioteca o edificio (incluso abandonado) que se interpreta como el corazón de la zona. Revitarlizarla y devolverle su valor, o crear un ecosistema que envuelva a ese volumen.
-En muchas ocasiones, plantear la flexibilidad de la propia arquitectura diseñada para posibilitar futuras transformaciones que puedan ser necesarias en una determinada sociedad.
02_El arte de planificar el sitio_LYNCH, K
Para planificar un sitio y proyectar en él un hábitat, ya sea una ciudad, una vivienda, una urbanización, etc, hay que asumir y entender el lugar en el que se construye y ello lleva un tiempo. Es más, incluso habiendo previsto y habiendo entendido de antemano las condiciones del lugar, siempre surgen imprevistos en la intervención y hay que ir modificando ciertos aspectos del proyecto para que pueda adaptarse óptimamente al entorno.
Bajo ningún concepto ha de extrapolarse una realidad o lo que se considera 'buena práctica' a todos los lugares del mundo (obviamente el carácter estructural o la adecuada ejecución del edificio/intervención es aplicable a toda construcción), pues cada sitio requiere una arquitectura de un lenguaje distinto y que resuelva las necesidades de un modo u otro.
Además, es totalmente necesario fijar unos objetivos, a los cuales aspiran los habitantes de ese lugar, con los que se debe contar para conocer los requerimientos de la intervención y las metas que lograr con ella. El diseñador, a su vez, estará ahí para asesorar y aconsejar pero no puede planificar ese sitio con lo que él previamente considera bueno; quizás sus ideas choquen en cierta forma con las de los oriundos del lugar, pero la negociación será clave para llegar a un entendimiento y conseguir satisfacer las principales necesidades de la zona. En definitiva, mejorar las condiciones de vida de ese lugar.
03_Los ejes en el proyecto de la ciudad_BARBA, R y La calle en especies de espacios
En el medievo los propios edificios determinaban de una manera bastante acusada las formas de las calles, de trazado irregular. Sin embargo, en el Renacimiento y Barroco era más bien el trazado geométrico de las calles el que dejaba vacíos los espacios en los que colocar las manzanas, así como los enganches del siglo XIX, XX.
En cuanto a la relación trabajo-residencia, la descongestión de las ciudades y la creación de zonas residenciales, a veces ciudades dormitorio, durante la revolución industrial (aunque estas últimas son también contemporáneas). La ciudad como creación de la voluntad individual y no como una creación natural y progresiva desemboca en ghettos y grietas sociales. La ciudad se acaba convirtiendo en beneficio para unos pocos. Así, se plantea la creación de barrios para los obreros y poder ofrecer unas condiciones óptimas. Es lo que se conoce como vivienda social. Estos barrios, al situarse a las afueras de la ciudad, acabaron creando una ciudad satélite alrededor.
Además, destaca el caso de Nueva York, ciudad en la que el alto de los edificios supera con creces el ancho de muchas calles, creando unas densidades insostenibles en las mismas. Le Corbusier hará planteamientos teóricos de varias ciudades ideales (amplios espacios verdes, edificios en altura, espacios para vehículos (incluso aéreos) y peatones separados). Su objetivo era acumular altas densidades en esos edificios en altura y eliminar el tráfico horizontal. Un plan muy metódico y que se opone a la idea de superposición del texto de Alexander, C. y que impone una forma de vivir,más que dejar decidir a los que allí van a vivir.
Por último, la ciudad planteada por Hibelseimer establece una relación vertical trabajo-residencia en un mismo bloque/prisma y deja lo que queda entre ellos para el tráfico rodado. Me sigue pareciendo una opción de ciudad que desde el punto de vista teórico puede ayudarnos a reflexionar o replantear modelos, pero que en un sentido práctico sería una ciudad sin vida, y esos ejes tan anchos y tan inmensos hacen que deje en parte de ser ciudad para que los edificios se conviertan en islas.
04_La ciudad no es un árbol_Alexander, C
Entender la ciudad como una superposición de elementos que puede ir modificándose o deslizándose con el tiempo. Aún planeando la ciudad como un programa de funciones, con zonas que sólo obedecen a una o tienen un fin concreto, la propia naturaleza de la ciudad y del ser humano como grupo harán que una parte de un barrio entre, por ejemplo, a formar parte de otro, porque quizás sirva para atravesar, o sea de obligado paso. ¿Dónde queda la frontera? No hay, los barrios quedan como cuestiones administrativas o de gestión, aunque cada uno cuente con su propia idiosincrasia. Sin embargo, los flujos y actividades en la ciudad provocan esta superposición. Pero ya no sólo a nivel de barrio, sino a nivel de calle: me resultaba muy curioso el caso del distribuidor de periódicos, cómo algo tan sencillo termina creando un sistema que involucra al semáforo y al paso de peatones, y normalmente veríamos y entenderíamos cada elemento aislado, pero dependen uno del otro. El tráfico y la acumulación de personas en el distribuidor dependerá de si llega más o menos gente cuando el semáforo esté verde o rojo (semirretículo).
A mayor escala, esto se puede percibir en el Área Metropolitana de Granada, y ahora aún más con la irrupción del metro. Ciertas zonas, sobre todo Armilla, han quedado casi integradas en la ciudad. Zonas comerciales, de ocio, pero históricamente en la ciudad los edificios se fueron salpicando porque resultó preciso que allí se ubicaran; una forma mucho más natural y espontánea. De esta forma, un edificio revitaliza una zona y crea un área de influencia que acaba reuniendo a un cierto número de personas. La ciudad se concibe así como un sistema equilibrado.
Entender la ciudad como un árbol (simplificación y separación por funciones) sólo conlleva a la disgregación social, por edades y a una ciudad rota en la que no se establecen lazos espaciales o físicos, algo que sí sucede en el caso de las superposiciones, las cuales son de infinitas posibilidades e imprevisibles en sí mismas y cuyas anécdotas nos ayudan a repensar el modo de hacer ciudad. Los planes de ordenación o incluso de creación de ciudades normalmente funcionan como un árbol, sin embargo, en ocasiones, algunos imprevistos pueden hacer que esos mismos planes sean modificados (especie de superposición de intereses). No obstante, cuando nos adentramos en el mundo de la ciudad, estamos ante un caos ordenado en el que todo (no) pasa por casualidad.
05_Los principios del nuevo urbanismo_Ascher, F
Se trata de un urbanismo en el que la reflexión estará presente en todas las fases del proyecto; lo cual implicará también involucrar a la población del lugar para conseguir flexibilidad en el resultado y posbiles modificaciones en el futuro, debido al constante cambio que experimenta la ciudad. Se puede relacionar con el siguiente texto en el sentido de que la ciudad, aunque se divida en barrios, es una ciudad heterogénea en su conjunto (ciudad continua y celular) y cada una de sus partes recibe influencias de unas y otras (superposiciones), por eso creo que es lógico que se plantee la flexibilidad de las soluciones y crear entornos resilientes y capaces de poner remedio a situaciones sociales complejas o delicadas. La cuestión climática también está muy presente en esta nueva forma de hacer urbanismo, como ya discutimos en clase anteriormente, y a la que el urbanismo ha de acompañar para que la ciudad se convierta en algo amigable con el medio: empezar a cambiar las cosas desde la ciudad.
05_Ciudades cortadas_Solà Morales, M
El tiempo como argumento de proyecto en la ciudad, como si se tratara de un texto, en el que continuar la historia mediante añadidos, reformas. Una linealidad temporal que respeta las preexistencias y las tiene en cuenta en beneficio de la ciudad y de la propia solución. Ciudad es escribir una historia en la que a veces se vuelve atrás (rehabilitación de un edificio, de una zona) para explicar algo que está ocurriendo en la actualidad.
Así, el corte se entiende como una secuencia en el tiempo, de forma que incluye al fragmento (pieza en la ciudad, como pueda ser un edificio) como un elemento más de la ciudad y pone en evidencia la relación entre la vida en la misma y el mobiliario urbano presente. Así mismo, la sección urbana nos permite explicar una transversalidad presente en todas las ciudades y que hacen de los barrios unidades no independientes sino de naturaleza recíproca. Relacionamos alturas de edificios, niveles topográficos y así poder saber por qué se va de un sitio a otro en un tipo de transporte, por ejemplo.
La diferencia entre crecer espontáneamente y crecer arbitrariamente: en cuanto al trabajo realizado por estudiantes de Barcelona de la maqueta de ciudad collage: en el texto se enuncia como un ejemplo de lo que no se debe hacer (arbitrariedad de las soluciones); sin embargo, en mi opinión, muchas zonas históricas de nuestras ciudades han crecido espontáneamente (auque es cierto que no arbitrariamente), aprovechando vacíos o solares residuales para construir allí, o superponer edificios, creando cierta hibridación que es lo que hace de esos barrios lugares especialmente ricos. Volviendo a la maqueta de Barcelona, que es una combinación aleatoria de fragmentos, se evidencia cómo el corte sí expresa las relaciones entre los elementos en la ciudad.
No obstante, es cierto que a veces, en representación gráfica, queremos detenernos en un aspecto concreto de la ciudad y es por eso que recortamos (lo cual no evita que demos sensación de continuidad en el plano). Es prestar atención a algo en especial y producir cierta abstracción en lo que queremos contar, de ahí el estampado en la corbata como metáfora de esta cuestión. La ciudad la seguimos entendiendo de forma continua, pero a la vez, un trozo de ciudad nos puede servir para poder entender la ciudad en su conjunto.
05_Citizen Jane
Jane Jacobs como defensora de la ciudad. La ciudad la hacen las personas y no los edificios. Se dedica a observar lo que pasa en las calles de Nueva York, en las que reside la vida. No hay una lógica que pueda ser impuesta en la ciudad, la gente la hace y en ella se observa la causa-efecto. Todo parece caos en la ciudad, pero cuando esta realmente funciona es cuando en ella hay muchos actores y gran diversidad. Según Jacobs, los barrios necesitan conexiones entre ellos para evitar ghettos, favorecer la diversidad y reducir la inseguridad. Jacobs desarrolla su pensamiento en una época en la que Robert Moses plantea planes en los que se expropia para construir proyectos de gran escala que aparecen aislados del resto de la ciudad e ignoran el concepto de calle. Robert Moses veía los barrios como un obstáculo para conseguir lo que él quería y veía las calles como un elemento casi prescindible en la vida de las personas (Le Corbusier). Destaca el caso del Washington Square Park en Nueva York: Jacobs moviliza a un gran número de personas y consiguen salvarlo de Moses, pues suponía un importante centro social en el barrio, que servía a la vez de campus universitario y de parque para niños, o de encuentro entre vecinos. Así mismo, se consiguió bloquear el plan para West Village de Moses y se evitó la expropiación que habrían sufrido muchas familias.
Me parece muy acertada la idea de que se estaban destruyendo vidas y la propia ciudad para construir ghettos (ciudad celular). Al final se produce el abandono de muchos de estos proyectos porque se convierten en lugares peligrosos, aislados y que no tienen nada que ver con el resto de la ciudad, no se imbrican en el tejido urbano. Lo que realmente importa es que la gente de un barrio, una comunidad, una ciudad se siente identificada con los espacios urbanos, los haga suyos y los vea como una extensión de su propia casa, sin frontera. Esas conexiones de las que hablaba Jane Jacobs. "El coche no es supremo. La gente que camina en las aceras es la que hace la ciudad". Me parece una oportunidad para plantear la creación de espacios urbanos en los que detenerse, crear puntos calientes entre las distintas conexiones entre barrios, reducir velocidades. Esto ayuda a establecer relaciones sociales.
Por último, reseñar el caso de la Lower Manhattan Expressway (Moses), que habría destruido el barrio y habría provocado el desplazamiento de muchas familias, fue bloqueada gracias a la movilización ciudadana promovida por Jane Jacobs. En definitiva, se muestra en el vídeo una arquitectura que va en contra de las personas, lo que precisamente es la antítesis de la misma, que debe acompañarla en sus necesidades.
05_La escala humana
La forma en la que construimos determina el tipo de relaciones sociales que se van a llevar a cabo en ese lugar. El hombre es un ser íntimo, cálido, que se siente cómodo estableciendo lazos con otras personas. Por eso, la separación absoluta de espacios que planteaba Le Corbusier iba en contra de las relaciones sociales. Desaparecerían así "los rincones de barrios, los sitios de paso, los puntos de encuentro ocasionales". La arquitectura de la modernidad, de los grandes rascacielos, de altas densidades convierte al hombre en algo diminuto. Nosotros mismos nos hemos llevado a un hábitat que da vértigo, hemos vuelto al origen de los tiempos (exagerando), indefensos ante la inmensidad (de la ciudad en altura en el primer caso y de la naturaleza en el segundo).
Se ha comprobado que la peatonalización de las calles hace más amable una ciudad. Es el caso de Copenhague. Reducir velocidades ayuda a establecer relaciones sociales. Muchas de nuestras calles, si no la mayoría, las consideramos simplemente como sitios de paso y no concebimos que una calle se pueda abrir en uno de sus tramos y se convierta en una plaza para detenerse.
Destaca el caso de Melbourne. A partir de un recurso se vuelve a dar vida a una ciudad. Los callejones producían inseguridad y estaban llenos de basura. Se recuperaron al abrir edificios y se llenaron de cafés. Me parece brillante cómo un elemento que previamente provocaba rechazo se convierte en algo atractivo. Se aprovecha un elemento de la idiosincrasia de Melbourne para revitalizarla.
En el caso de Daca, se está ignorando totalmente a los habitantes y es peor aún esto en una ciudad tan poblada, que está invadida por los coches. Se les ha quitado el espacio a una población de alta densidad y los que siempre salen perdiendo son las personas con menos recursos.
Christchurch, después de sufrir el terremoto, y tras aparecer más víctimas en los edificios más altos, se genera un proceso participativo preguntando a sus habitantes cómo quieren que sea la nueva ciudad: querían una ciudad con edificios más bajos, espacios para relacionarse, con carriles bici y una zona comercial más pequeña. Es decir, reducir la escala, lo que favorece la espontaneidad. Los pequeños rincones son en los que ocurren las historias, con los que la sociedad acaba identificándose.
05_Calles compartidas
Las calles compartidas se convierten en espacios más solidarios, con una componente más social y prestaríamos más atención a lo que ocurre en ellas. Los pasos de peatones dejarían de tener sentido, y por ello se reduciría el peligro. Actualmente los recorridos se cruzan perpendicularmente (pasos de cebra), sin embargo, en el caso de que las calles fuera compartidas, los recorridos siempre serían paralelos. Un tapiz continuo que hace de la ciudad un lugar más habitable.
Es cuando reducimos la velocidad cuando prestamos más atención a lo que ocurre a nuestro alrededor. Se hace de las calles un espacio multifuncional y de una rica diversidad, constantemente vivo y no hay invasores ni antagonistas (los semáforos, los peatones para los conductores y viceversa).
06_Una nueva mirada al proyecto urbanístico
Prácticamente todas las ciudades españolas han ido experimentando un crecimiento o reforma urbanística desde la posguerra hasta la actualidad, una oportunidad para repensar en la práctica y puedan definirse o desdibujarse nuevos límites en la disciplina del Urbanismo.
Cabe destacar que en urbanismo resulta útil la abstracción como vía del proceso de reflexión. No se llega de forma tan inmediata al proyecto definitivo como en un proyecto arquitectónico, pues intervienen muchos factores, hablamos de un entorno muy dinámico, han de tenerse en cuenta condiciones que son cambiantes incluso cada diez minutos (por poner un ejemplo). La disciplina del Urbanismo recoge la dimensión social y estética o compositiva (la psicología de los colores, materialidad; también influye en cómo nos sentimos al pasear por la ciudad).
Sobre la diez visiones:
1. Un edificio u objeto singular, a pequeña escala puede transformar la gran escala. Pensar conexiones, crear un punto caliente que reorganice una zona o concentre actividad a unas horas determinadas.
2. Una buena inserción urbana, como por ejemplo, que una línea de metro pase por el centro, algo que no está del todo bien resuelto en Granada.
3. Proyecto urbanístico de bajo presuspuesto pero concreto, selectivo y que puede mejorar la vida a escala de barrio.
4. Apostar por amplias zonas verdes o vacíos urbanos que permitan concentrar actividad en la ciudad y equilibrar la masa de edificios.
5. Proyecto urbanístico de escala intermedia, que va realizándose por fases, pero en el que sería fundamental tener en cuenta escalas mayores y menores. El proyecto tiene su escala propia pero hay que asegurar su inserción urbana y la interacción con otros elementos de la ciudad y evitar contar el proyecto de forma sesgada. Además, sirve de test para proyectos a mayor escala.
6. Producción de espacios de forma tradicional. Revival.
7. Polos de descentralización urbana para evitar la descongestión y posibles diferencias sociales.
8. Rehabilitación de cascos históricos como una oportunidad de crecer demográficamente sin ocupar suelo nuevo.
9. Master Plan Urbano: adquiere una visión conjunta, la movilidad de escalas es obligada, y prácticamente habría que tener en cuenta todas las visiones, además de condiciones o factores que vienen desde fuera de la ciudad pero que afectan a ella de forma incluso directa.
10. Experimentación como herramienta para probar cosas nuevas y ver si serían útiles a corto/largo plazo.
La evaluación de casos concretos nos ayuda a conocer el rol del autor en el proyecto, si han intervenido otros profesionales (la transversalidad es importante y ayuda a fortalecer los distintos campos disciplinares, pues no debemos entender estos como especializaciones para poder operar de forma integrada), o su impacto en la ciudad; todo bajo un marco de condiciones. En cuanto al proceso de trabajo, las maquetas no deberían ser finalistas: ciertas maquetas más pequeñas o de prueba pueden ir dándonos pistas de cómo va a ser la final. Incidir en el análisis y en conocer bien lo que sucede y cómo sucede. Añadir que el proyecto urbanístico se hace desde dentro, involucrando en todas las fases del proceso a las personas del lugar.
El desmantelamiento de puertos, estaciones, fábricas puede dar lugar a nuevos espacios públicos o nuevos usos en la ciudad. Ejemplo del Muelle 1 en Málaga. La organización de importantes eventos, la reutilización de inmuebles o el palimpsesto (restauración) hay que verlos como oportunidades para crear nuevos espacios en la ciudad que revitalicen ciertas zonas de la misma.
06_Siete principios para construir mejores ciudades_Pether Calthorpe
"Casi todo depende de cómo demos forma a nuestras ciudades". Así empieza Calthorpe la conferencia. "El problema es cómo vivimos". SPRAWL es la palabra clave. Peter plantea la expansión como el problema clave: aisla a las personas según poder adquisitivo, nos aleja de la naturaleza. La riqueza de lugares concentrados, densos, como son muchos barrios históricos dista mucho de las amplias urbanizaciones a las afueras de la ciudad y no disfrutan de la misma cantidad de interacciones y nexos que se crean en un espacio más natural y espontáneo.
Ciudades que utilicen menos coches ahorrarán más, todo lo contrario que sucede en California. Ir a pie a los sitios o en bicicleta como alternativa (Amsterdam, Copenhague)
El uso mixto como una buena solución a la expansión, hace de un lugar una zona mucho más rica, más interactiva. O zonas verdes que rellenan vacíos entre bloques de edificios que sirven de punto de encuentro al amplio números de familias que viven en ellos.
Es totalmente cierto que prácticamente el 100% de las calles están dedicadas a los coches, pero los carriles bicis en la mayoría de las ciudades quedan relegados a zonas determinadas de la ciudad, como es el caso de Granada.
La transversalidad y el encuentro de formas de desplazarse o de encontrarse (zonas verdes, vacíos) hacen la ciudad más rica.
07_Prólogo Unwin_Solà Morales, M
Extraigo como principal idea del texto el acercamiento al emplazamiento como punto de partida para definir las formas y empenzar a pensar la ciudad. Con esto Unwin no está sesgando la información, sino aproximándose a la ciudad e introduciendo la vivienda y entender su relación con la calle detalladamente.
Así mismo, este detalle es necesario porque no todos los barrios son iguales (esto nos ayudará a saber si hay polarización en la ciudad, si eso tiene explicación o si está justificada), ni tampoco todas las ciudades. Además, nos ayuda a entender la percepción de, en nuestro caso, las ventanas, por los sujetos; ya sea por cómo las calles principales distribuyen a las secundarias, por los ensanchamientos de los que hablamos en la práctica 3 de Formas. Todo esto implica una experiencia visual. Detalles como los muros, las vallas (cambio de sección y de proximidad al río Genil) o cornisas y cumbreras acaban definiendo sensaciones y determinan relaciones con elementos fundamentales en la zona, nos plantean la cuestión de límite, de escala, y consecuentemente de usos, de flujos...
Raymond Unwin plantea la dualidad del formalismo y el informalismo, para llegar a un "urbanismo en la práctica". Entender la geografía y la arquitectura como dos elementos complementarios y que plantean adaptación y naturalidad y por otro lado, cierto orden para resolver las necesidades humanas. En definitiva, una hibridación de árbol y no árbol, pues el comportamiento humano siempre va a necesitar de una estrategia, pero a la vez se pueden dejar ciertas cosas en el aire para asegurar un crecimiento cómodo de la población y de acuerdo a sus necesidades, esto es, involucrar a la misma en todas las fases del proceso creativo, incluso después de este realizado (Barrio de Malagueira de Siza).
08_Sobre la noción de tipo_Moneo, R
"La obra de arquitectura es un fenómeno único que no puede reproducirse". Cada lugar exige unas condiciones que han de ser tenidas en cuenta para la realización de un proyecto que se adecúe perfectamente a las necesidades de su contexto.
La comparación entre los útiles que han venido fabricándose desde la Prehistoria con la Arquitectura y su forma más primitiva: la cabaña, me parece perfecta para entender que ambas surgen por necesidad. Encontrar una forma que responda a cómo se va a utilizar ese objeto o cómo se va a vivir esa cabaña. Pero al mismo tiempo, la validez de un objeto para ser reproducido e imitado todas las veces que se quiera, no corresponde con la arquitectura. Un edificio está enraizado a un contexto, a un terreno; a unas condiciones físicas, sociales y culturales que hacen que se deba pensar particularmente un proyecto para cada parcela o lugar, porque un mismo proyecto no va a responder de la misma forma en un lugar que en otro; puede funcionar muy bien en uno de ellos y fracasar en muchos otros. No obstante, se pueden definir grupos de arquitecturas que comparten elementos en común, de los cuales podemos ir poco a poco filtrando elementos, precisando hasta llegar a una obra en concreto.
El reconocimiento del tipo, una estructura formal a partir de la cual diseñar un proyecto único para el lugar en el que se ubica. Una estructura formal que vendría definida por los principios geométricos básicos y la realidad del lugar. Una misma forma podría funcionar de manera distinta según sea su realidad. Debemos "admitir la especificidad de los tipos", una antítesis que me resulta interesante: entender la noción de tipo como una herramienta de trabajo para apoyarse y poder diseñar algo que sea único y sólo aplicable a un lugar concreto.
Aprovecharse del tipo como "medio necesario para negar el pasado y anticipar el futuro". Analizar un tipo, intentar mejorarlo; o la aparición de un nuevo tipo debido a nuevas necesidades. No obstante, en el otro lado de la balanza, a lo largo de la historia, una forma de construir ha sido convertida en modelo tras la imitación, como es el caso de la cúpula-linterna de Brunelleschi. Esto, aunque provoca estancamiento y evita el avance, podemos entenderlo a la vez como: "una contribución alcanza el nivel de generalidad y de anonimato que caracteriza a la arquitectura como disciplina". Una arquitectura sin arquitectos. La invención de un tipo es circunstancial y no se da siempre ni debe de darse, pues simplemente estamos respondiendo a necesidades y ajustándonos a ellas de forma concreta modificando el tipo con el que trabajamos.
Quatremere de Quincy (siglo XVIII) habla de cómo el ser humano desde sus primeros tiempos tuvo que enfrentarse a pensar la forma de una arquitectura primitiva y defiende el círculo como una forma más amable. "El tipo se identificaba con la lógica de la forma", una forma que respondía a un pensamiento y a unas necesidades, a una realidad.
Sin embargo, en el siglo XIX, aparece el concepto de 'programas' y la composición se convierte en la herramienta de diálogo entre la forma y el programa. Durand crea un catálogo de partes de un edificio: con ello se acabaría produciendo un modelo y no un tipo. Se niega la modificación de un tipo y el aporte de los que son los encargados del proyecto para adecuarlo a unas condiciones concretas, y simplemente nos limitamos a juntar partes y formar un todo. La idea de Durand de que la composición refleja el programa carece de sentido alguno para mí, los colores o texturas sí que pueden provocar sensaciones en nosotros, pero no son el primer elemento que define el proyecto.
En el siglo XX, con la llegada del Movimiento Moderno, el concepto de tipo va a ser rechazado y entendido como algo que coarta al arquitecto a la hora de diseñar. Mies, por ejemplo, diseña espacios, no programas. El concepto de tipo se diluye, pues aunque el edificio haya sido proyectado para una función, podría ser utilizado para otra. Se observa cierta relación, aunque aquí se rechace el concepto de tipo, la idea de la importancia de la forma de Quatremere. Por otro lado, la industria permitía ahora la posibilidad de producir elementos prefabricados, idea que encanta a Le Corbusier y plantea muchos de sus edificios como un proceso propio de una fábrica, pretendiendo que se conviertan en modelos extrapolables a cualquier lugar (unités d' habitation). El funcionalismo va a utilizar el concepto de tipo para verificar dimensiones según función.
Más tarde, Muratori plantea la relación de las calles de Venecia con el todo (la ciudad). Aquí el concepto de tipo adquiere una dimensión mucho más compleja: "los tipos son los elementos generadores de la ciudad y ellos definen la escala".
Para Argan existen dos tiempos en el proceso de proyecto: uno primero que es inevitable y que viene dado por el concepto de tipo, que permite conocer a las personas del sitio y uno segundo para llegar al pryecto. Para Rogers era fundamental la identificación del tipo, a través de las necesidades a satisfacer, lo cual plantea un acercamiento a la sociedad y va a ser más fácil llegar a lo singular, al proyecto. Se entiende aquí el tipo como un proceso de adaptación al lugar en el que se interviene.
Rossi plantea el concepto de 'indiferencia funcional', ya que ciertos elementos pueden servir a una tipología de edificio y a otras más a la vez. Esto es, pensar en la forma como generadora de espacios, espacios en los que pueden realizarse varias funciones. Se antepone el espacio a la función, que vendrá después.
Alan Colquhoun defiende tener siempre presente el pasado, ya que es lo que ha sido aceptado por la sociedad a lo largo de la historia, así como un debate articulado en el concepto de tipo. "El arquitecto toma sus decisiones en el mundo de los tipos y basa así su posición ideológica".
Las balloon-frame houses de Robert Venturi me parecen muy curiosas para entender que para él el concepto de tipo solo se limita a la imagen: respeta el aspecto exterior pero se toma todas las libertades posibles en el interior, dando lugar a una especie de híbrido pero que se apoya en un tipo. Sin embargo, todas las piezas son independientes (algo de relación con Durand) y no se encuentra una relación entre esas piezas y el todo.
"...el hombre de ciencia moderno, que destruye constantemente apariencias verdaderas, sin destruir, sin embargo, su propio sentido de la realidad...". Rafael Moneo plantea el tipo como una herramienta de guía, utilizar la experiencia previa, el pasado para luego definir el proyecto. El proyecto del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida da muestra de que Rafael Moneo se sirve de la historia para plantear el proyecto. Él plantea reformular el concepto de tipo para evitar los proyectos singulares que no tienen relación con el lugar y acabar con su rechazo en la actualidad, teniendo en cuenta cuestionesmás complejas, como son las relaciones físicas de un elemento con otros.
09. Trazar el territorio_Gómez Ordóñez, JL
El ejercicio de trazar debe tener como objetivo crear tensiones entre dos o más lugares (caminos que tejen o conectan dos puntos), prestar atención a ciertas zonas concretas y ponerlas en valor para convertirlas en puntos calientes que puedan reactivar ciertos barrios.
Trenzar, complejizar, dotar de diversidad al lugar como si se tratara de un puzzle con muchas piezas de distintos tamaños, colores, etc. Aquí se entiende perfectamente el por qué muchos proyectos que sólo involucraban a cierta clase social a lo largo de la historia han fracasado, convirtiéndose en foco de peligro. También entiendo la postura de Jane Jacobs de coser la ciudad para evitar disgregación social y disminuir conflictos y revueltas.
Delimitar, definir las parcelas, lo que es espacio público y privado. Todo ello en función de cómo se van a usar esos espacios, la escala, la densidad del barrio.
Medir, tener en cuenta las diferentes escalas. Me parece interesante esa intersección entre jerarquías y escalas, porque precisamente ahí es donde pueden ocurrir cosas interesantes y aparecer espacios intersticiales entre algo más público y algo más privado.
En cuanto a la geometría de los trazados, la forma y naturaleza de las manzanas determina el negativo (espacio para circular o espacio público). Las manzanas cerradas se definen a partir de su perímetro y son más compactas, mientras que las abiertas establecen cierta relación con el espacio urbano y suelen ofrecer mayor calidad espacial, ya que se evita la disposición de patios interiores en muchos casos.
10_Urbanismo de los 800 m _Gómez Ordóñez, JL
La comparativa 'longitud de onda con la distancia asociada al lugar para cada relación con otro' me parece efectiva para entender que es necesario que las distancias cortas estén siempre presentes, puesto que estas también acaban tejiendo conjuntamente una red de largo alcance, con puntos (conectados por esas distancias cortas) que van salpicándose a lo largo de ella. Estas distancias cortas pueden ser transversales a los grandes ejes de la ciudad o paralelas a ellos. Pueden ser distancias entre vivienda y servicios o equipamientos, entre servicios/equipamientos. Por ello, la colocación de hitos cuando sea necesario ayuda a medir y hacer de la distancia algo más humano.
A lo largo del texto se discute cuál es la forma ideal de organización de una ciudad por distritos, viarios y sus medidas o proporciones. La media milla británica está presente en todo el texto: 800 m. Destaco el caso de la famosa Chandigarh, en el que se ve muy claro como las propias arterias verticales, situadas a cada media milla, delimitan un distrito. Sin embargo, me parece interesante el housing unit propuesto por Bakema y Van der Broek ya que se apoya en una forma de urbanizar que empieza desde la unidad y no desde el conjunto, que podría ser interesante en situaciones de emergencia o similares. Los Smithson por otra parte, anteponen la movilidad y rechazan la repetición del housing unit.
El concepto de tiempo-escala (ancho, largo, etc) de Christopher Alexander resulta lógico a la hora de materializar las necesidades, y me ha gustado mucho la frase "calle comercial como límite aglutinador de sus márgenes", ya que es un punto en el que puede producirse un cambio de escala de las edificaciones o incluso de las mismas aceras, y de densidaes entre un margen y otro; una especie de transición.
En cuanto a la conclusión, es totalmente lógico tomar como referencia una medida media (800 m) que permite entender transiciones, así como tejidos de barrios o conjuntos más pequeños.
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