Reflexión

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"Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todo el mundo, sólo porque, y sólo cuando, se crean para todo el mundo". Así es como Jane Jacobs nos dice que las ciudades son para todos. Ante una situación que ha marcado un antes y un después de nuestro día a día, momentos como “el paseo” pasarán a la historia. ¿Mi primer paseo? Aquel al que solo podía aspirar a unas cuantas calles repletas de personas (sin cumplir un distanciamiento social), un aire que si no estuviera ya privado por una mascarilla, también lo está por la nube de co2 que respiramos, y todo para llegar a aquel parque sin bancos donde descansar y lleno de basura. La pandemia nos ha demostrado que nuestro sistema económico no puede depender del turismo, y nuestras ciudades tampoco. Las ciudades son nuestro hogar, no necesitamos un monumento histórico para fomentar el reciclaje, un transporte eficaz y un respeto por lo construido. Las ciudades post-covid deberían marcar un antes y un después en nuestro modo de construir, aprovechando este foco de atención consiguiendo el apoyo del individuo. Una ciudad donde los espacios te inviten a recorrerlos de forma responsable.