Durante el confinamiento, una amiga me mandó esta imagen desde su balcón. Me decía la suerte que tenia de poder salir a tomar aire  y contemplar esta bella estampa sin salir de su vivienda.  Una gran parte de la población no ha tenido esta suerte, ya que han vivido este tiempo de confinamiento en una vivienda con poca luz natural, con poca ventilación y sin  apenas tener relación con el exterior.
A nivel urbanístico, creo que pensar la vivienda con más espacios abiertos,  teniendo en cuenta el estilo de vida como en el que ahora nos encontramos, cambiaría la manera de relacionar los edificios, con las plazas, las grandes vías, las calles, ya que la gente cuando están en sus casas, pueden hacer vida en las zonas exteriores como terrazas y balcones y eso enriquecería la ciudad.