El concepto de supermanzanas quizás es ajeno a muchos. Para mí lo era hasta hace relativamente poco. Es una nueva idea surgida en Barcelona y que ya se está comenzando a aplicar en otras ciudades para redistribuir el tráfico por la trama urbana y conseguir una significante reducción del mismo. Estas supermanzas cuentan con unas dimensiones aproximadas de 400x400 metros, dentro de las cuales se reduce el acceso únicamente a residentes y carga y descarga, eliminando por consecuente el tráfico de paso. Para conseguir este objetivo sin tener que realizar grandes cambios en la fisonomía de la ciudad ya existente, se cambia el sentido de las calles interiores de forma que toda entrada termine desembocando en la misma vía perimetral desde la que se accedió. Además, limitaciones de 10 km/h como máximo por estas calles interiores permiten compatibilizar su uso con las actividades peatonales sin riesgo. 

La idea queda muy bien explicada y de forma intuitiva en los siguientes recursos:

Pulsando aquí se accede a un artículo de El País que explica también de forma muy interesante cómo funciona este concepto urbanístico. 

Personalmente, creo que la tendencia está clara. Tras unos años en los que la presencia del vehículo privado creció exponencialmente en las calles de las ciudades de todo el mundo, ahora estas mismas ciudades están reduciendo su uso de forma progresiva, aumentando las peatonalizaciones y volviendo a espacios más humanos. Pero, como se ha comprobado, reducir o eliminar por completo el tráfico de algunos núcleos urbanos cuando éste ya se ha asentado no es tarea fácil. A la hora de intentar plantear una calle como espacio peatonal para el disfrute de los ciudadanos comienzan a surgir multitud de problemas. Hasta el momento, la idea de las supermanzanas parece resultar eficaz en la recuperación de grandes espacios para el peatón sin caer en muchas de estas complicaciones que pueden aportar otras opciones, por lo que me parece un más que interesante concepto urbanístico sobre el que estudiar, trabajar e implementar en todas las ciudades que puedan necesitarlo y aceptarlo.