5.1 Los principios del nuevo urbanismo.

En el texto se nos propone una muy interesante forma de ver el urbanismo, como una herramienta que permite conocer en profundidad un territorio.

El concepto de `dispositivo´ introduce en el actual urbanismo un instrumento de proceso que ayuda a redefinir el resultado final de la obra. Gran ejemplo de ello son las ordenanzas municipales, con las que un buen proyecto urbanístico debe ser capaz de trabajar.

Por otro lado, el urbanismo debe de ir acompañado de una gran heterogeneidad por la unión de la ciudad histórica y la ciudad contemporánea, con una gran libertad.
En general, el urbanismo del futuro debe aunar emoción, experiencia y uso.
 

5.2 Una nueva mirada al proyecto urbanístico.

En el urbanismo contemporáneo se vuelve necesario redefinir el actual proceso de proyecto, buscando técnicas alternativas a las actuales, que aprendan a trabajar con una mayor sensibilidad el lugar en el que se proyecta. Se vuelve necesario repensar las ténicas con las que se han construido los grandes proyectos urbanísticos de los últimos años, técnicas antiguas y obsoletas que se siguen operando por inercia. Proyectar y pensar a largo plazo, con coherencia y cohesión con el entorno que se transforma.

El buen urbanismo debe ser coherente con el territorio en el que se introduce, y con su tiempo, pasado, presente y futuro.
 

5.3 El urbanismo de los 800 metros.

El diseño de la ciudad parte de unas dimensiones concretas que permiten que la urbe se adapte a un correcto desarrollo de la vida humana.

El uso de la milla y sus subdivisiones viene siendo usado en el diseño de la ciudad desde las grandes urbes clásicas. El uso de esta unidad de medida ha provocado que en numerosas ocasiones las personas pierdan importancia en la vida diaria de las ciudades, porque este espacio ha sido otorgado a los vehículos.

En el urbanismo contemporáneo se habla de la ciudad de los 800 metros (media milla), una ciudad descentralizada, con numerosos núcleos urbanos a distancias cortas. Esto permite llevar a cabo una vida cómoda, sin necesidad de vehículos a motor, es decir, una ciudad de personas.