Proyecto: Urbanismo 3 | B
Tema: Artículos
Coordinadores:
dacama
01_DIE GROßSTADT (Otto Wagner)
La virtud capital para mí de este texto es su vigencia. Hace más de 100 años Wagner imaginó una ciudad más rica que la actual, tanto en términos culturales como en su construcción ética.
Su división del sistema en dos partes según su naturaleza histórica me resulta un primer paso en el camino hacia la total personalización de la intervención. Por lo tanto, establece las intervenciones en el casco antiguo, que reduce a mantener lo bello a la vez que se adecua a las nuevas condiciones de transporte, exigencias sanitarias…etc.
Por otra parte, dota a su ciudad nueva con una característica totalmente innovadora, la flexibilidad a las futuras formas de vivir, huyendo de la monocultural y sin renunciar, claro está, al mantra de que debe ser bella. Recordemos que la ciudad debe atender a necesidades sociales y estéticas.
Sin embargo, no llego a entender muy bien cuáles son estas, la ciudad bella que oigo a la gente mencionar y visitar suele ser la de los 3 días, la que se recorre y abandona. Es quizá por eso que se la llama así, porque en la mayor parte de ocasiones son lugares de plástico, gentrificados y artificiales, que solo sobreviven por su lejano olor a pasado reconocible. No sé si Wagner se refiere con bello a las ciudades limpias llenas de símbolos reconocibles, pero bello para mí debe estar cerca de agradable, y el arte llegará por sí solo después.
Finalmente, me descubre el término plusvalía aplicado al urbanismo. El hecho de que una ciudad pueda dotarse adecuadamente gracias a las políticas de suelo público, dentro del marco capitalista, me parece una inteligente manera de devolver la jugada a los especuladores privados que, quizás, tardemos en quitarnos de encima.
02_LA CIUDAD NECESITA DE NUESTROS CUIDADOS (J.L Gómez Ordóñez)
Me siento cercano a la concepción de Fedro (Platón) sobre la belleza, en concreto aplicada a la arquitectura. Ya que no se concibe solo como un acto estético, si no que se asocia con valores morales. Pese a que este filósofo probablemente hablara de una sola belleza, inmutable e ideal, a la que nos aproximamos yo creo en muchas bellezas, todas ellas ligadas al espíritu de su tiempo y a su sistema moral.
Por otra parte, también menciona que la arquitectura debe causar emociones y vibraciones en el alma. Aquí no puedo mas que decir que la arquitectura como acto creativo en contacto con millones de personas tiene la obligación de ser comunicativa, de ser arte y expresión humana fuera de los museos. Quizá incluso deba ser pedagógica y nos pueda a ayudar a despertar la sensibilidad en una generación quizá ya no acuda a la ópera o al teatro. La calle es la exposición y la ciudad el museo.
El texto continúa analizando ejemplos concretos del desarrollo de los espacios urbanos en función de la idiosincrasia de cada tiempo, afirmando que la ciudad es la expresión de los miedos y esperanzas de las mujeres y los hombres que la habitan. Estos, como quién escribe un relato, utilizan los mismos elementos (calle, plaza…) básicos con diferentes combinaciones y tratamientos.
Más adelante me llama la atención su análisis del momento actual. Somos consumistas y necesitamos de las necesidades de segunda clase para demostrar nuestra superioridad. Nos estamos tornando increíblemente individualistas y las periferias elegidas son muestras de ello. Casas adosadas en las que un sub hace su aparición estelar cada mañana para llevar al primogénito a un colegio a 10 km de casa.
La urbanidad desaparece, las zonas exteriores de la ciudad se han ido llenando estas últimas décadas del trasvase rural, y finalmente aparece lo que J.L Gómez Ordóñez describe como “un organismo que aumenta su masa sin que sus músculos, su esqueleto y sus nervios progresaran”.
Como antídoto contra esto, nos describe una ciudad que crezca a partir de los valores también contemporáneos de progreso o colectividad. Y aquí se enfatiza el que la universidad tiene un papel prominente en la materialización de estos objetivos, sin embargo, bien conocemos que no es así, las instituciones no saben aprovechar la creatividad y sobre todo la falta de prejuicios a la hora de imaginar de los estudiantes.
03_LA ARQUITECTURA DE LA GRAN CIUDAD (L. K. Hilberseimer)
De este texto extraigo la visión de que las ciudades crecen según la lógica de la sociedad que las moldea. Por lo tanto, el capitalismo y sus preceptos mercantilistas han generado una ciudad tan imperfeta como el sistema, con algún destello, pero estrcucturalmente inviable. Esto se debe a que la lógica de una ciudad, igual que la de una familia es la cooperación, también el intercambio de mercancias, pero en segundo plano. La ciudad poco a poco ha ido mutando igual que los espacios donde sse producen estas transacciones hasta generar un lugar confuso donde los intereses contrarios generan arquitecturas y tejidos que resultan extraños y fríos a todos, incluidos sus pobladores.
Estas ciudades alienantes no son viables, pero tampoco lo son las idílicas ciudades jardín o pseudomedievales reaccionarias. El mundo esta sobrepoblado y las expectactivas no son las mejores, pero en este punto es cuando entra el trabajo del arquitecto o urbanista, para generar orden, conectar a las personas y generar un soporte mejor, que no perfecto, que el del caos especulativo.
Esta demostrado que las ciudades del futuro serán densas y en altura, pero podemos hablar de una Kowloon o de un planteamiento tan interesante como el de Hilberseimer, con su lógica del transporte. Y aunque no llego a ver del todo lo de que tu trabajo este justo encima de tu vivienda o la manera que esta lógica tiene al formalizarse es inegable que en este tipo de pensamientos y pensadoras está el futuro del hábitat humano.
04_UNA NUEVA MIRADA AL PROYECTO URBANÍSTICO (Joan Busquets)
El acto de proyectar ha cambiado con el tiempo, los desarrollos funcionalistas que servían a otras preocupaciones no lo hacen a las nuestras y muchos urbanistas se siguen cobijando bajo el paraguas de la legalidad sin afrontar los retos que plantean los nuevos espacios urbanos o los nuevos condicionantes sociales que los engendran.
En este punto Busquets nos presenta a la ciudad como un lugar que necesita ser revalorizado, y para ello nos recuerda que el urbanismo hoy en día se basa en reconocer las reglas abstractas que rigen la ciudad y complementarlas o sustituirlas por otras que se fundamenten en medios compositivos y funcionales. Para ello nos presenta 10 propuestas o estrategias que abordan el espacio urbano desde perspectivas de escala, centralidad, paisajismo, básicamente convirtiendo el proyecto en un ámbito integral en el entorno urbano, no solo un rígido trazado. Además, la interdisplinaridad que de seguro tocará al urbanismo permitirá afrontar estos temas que nos resultan limitados con profesionales que enriquezcan el proyecto.
Si además nos rodeamos de experiencias propias pasadas de nuestro lugar de intervención u otro podremos contrastar la validez de la solución. Esta no necesariamente debe estar a la misma escala para comprender su éxito grosso modo.
Es importante entender la nueva importancia que está cobrando el urbanismo. A parte de diseñar el depósito de todas las existencias que contiene la ciudad en su estado “normal”, el urbanista se puede ocupar de afrontar problemas de infraestructura y de su impacto en la ciudad (carreteras, vías…) o de grandes acontecimientos. Esto me parece un paso lógico, en definitiva, son intervenciones que alteran el orden normal de un organismo que nadie mejor que este profesional puede conocer y predecir. Sin embargo, como acertadamente destaca el texto el proyecto urbanístico ha caído muchas veces en intereses partidistas que han limitado el alcance de una gran intervención a propaganda y al fracaso, vivimos en España, el país del pelotazo urbanístico, no hace falta explicar este punto.
05_ALEGORIA DEL PATRIMONIO (Françoise Choay)
Los seres humanos actuamos siempre relacionando la acción presente con algún recuerdo en nuestra memoria, con alguna solución ya ejecutada, es nuestra herramienta para enfrentar la vida. Y antes de la era de la reproductibilidad técnica era necesario recordar(monere, monere, monumentum), para ello se erigieron los obeliscos egipcios, la columna trajana en Roma o el arco del Triunfo de Paris. Sus contemporáneos y los nuestros podrían reconocer civilizaciones en estos artefactos de memoria, contenedores de la idiosincrasia de su tiempo.
Sin embargo, en nuestra sociedad actual entrópica, el presente no ofrece en muchos casos la seguridad del pasado. Y quizá esta sea una de las razones por las que el monumento histórico adquiere cada vez mas valor a la par que e l contemporáneo la pierde.
Los monumentos históricos no se crean si no que se encuentran, y por suerte o desgracia nos tropezamos con fábricas, teatros romanos o alcazabas andalusíes que pasan de ser arquitecturas funcionales en su tiempo a escenografías detenidas en el nuestro. Cada presente busca en diferentes lugares del pasado, de esta manera en el siglo XVIII interesaba lo clásico, en el XIX lo medieval, en el XXI lo industrial, se democratiza el monumento histórico. Sin embargo hay una diferencia clave, el patrimonio industrial se ha mantenido vivo a través del uso, y es creo que podemos asegurar que con los neo-estilos (como último intento de volver a la conocida y cómoda historia) se construyeron los últimos edificios sarcófago, que viven para ser vistos. Los monumentos históricos se habitaran, formarán parte de nuestra ciudad reutilizada y seguirán en un futuro siendo testimonio de todas sus épocas, como siempre ha sido.
Por otra parte creo que el futuro es de los monumentos, me parece que aunque el mundo virtual cada vez es más presente, el componente físico de la ciudad se va a volver mas tangible en los próximos años. Ayer, paseando por el centro de Granada pensaba en esto, ¿acaso no son las luces de navidad un monumento? Son ciertamente un artefacto edificado por una comunidad para recordarse a sí misma la época que acontece. Algo similar ocurre con la semana santa, en el fondo son asideros con nuestro pasado, con la seguridad de lo conocido. Por todo ello, creo que el monumento como creación deliberada solo tendrá futuro si no se convierte en un objeto elitista o intenta imitar modelos de otro tiempo, asumiendo el componente identidad-local que acompaña a nuestra era. El monumento debe de asumir la distancia precisa entre el pasado y el futuro, deber ser reconocible su aspecto común con la sociedad presente, cuya memoria esta en pasado y con las que están por venir.
Para finalizar, creo que la arquitectura seguirá mezclándose con los monumentos como siempre ha ocurrido, por lo tanto, es nuestro objetivo entender en que idioma habla nuestro presente e inmortalizarlo para el futuro, quizás, sobre lo que heredamos del pasado.
06_EL PROBLEMA DEL CENTRO HISTÓRICO (Giorgio Piccinato)
Conforme el globalismo avanza la ciudad se va convirtiendo en un colchón identitario para sus ciudadanos, que sin reparar en que este también se encuentra en venta lo consideran un reservorio de la autenticidad de su entorno.
Los órdenes sociales de todas las épocas han actuado sobre el según sus ideas pero estas se aprecian con más fuerza a partir del siglo XIX y su acelerado crecimiento demográfico y económico.
De esta manera, al llegar las revoluciones burguesas aumenta la cantidad de ricos y de pobres, lo que lleva a la inevitable segregación, los ricos poblarían los espacios más cualificados y los pobre los espacios cercanos a la industria para su mayor producción de plusvalía para el patrón.
Los distintos grupos sociales dominantes, iglesia, nobleza, han dejado marca en la ciudad pero ninguno tanta como los nuevos burgueses al introducir la vivienda-mercancía. Ya que si la vivienda puede ser objeto de negocios se puede arrebatar “legítimamente” a cientos de ciudadanos. Esta legitimidad en ocasiones llegó tras pretextos higienistas, aunque en muchas ocasiones ocultaban intenciones contrarrevolucionarias, una barricada de 100 metros de ancho se antoja más complicada. Añadiendo la inclusión del tráfico, todas estas medidas presentaban un nuevo orden espacial para las ciudades, ajustado al nuevo mundo capitalista, que aunque haya mudado de piel, se mantiene en esencia actualmente.
Pero volviendo al principio, el valor principal del centro histórico sobre otras partes de la ciudad es el simbólico, es el lugar en el que convergen sentimientos y caminos de la mayoría de los ciudadanos, el lugar perfecto para las muestras de poder. Los bancos necesitan esa legitimidad de los edificios históricos, las instituciones públicas a veces se siguen vistiendo de columnas y volutas, y por supuesto, a todos nos gustan las molduras, pero más que a nadie, a los turistas.
Y aquí llega el punto de inflexión, en el marco capitalista no solo se venden los inmuebles a fondos de inversión o a franquicias globales, si no que se alquila al no-habitante que supone el turista sin control. Esta última jugada ha desplazado en un giro de guion a parte de la burguesía a los oasis apiscinados de las afueras, urbanizaciones que desde la distancia siguen matando a la ciudad en la mente de la gente, apareciendo esta como un producto más que consumir un rato.
En contraposición los ciudadanos, y especialmente los arquitectos, estamos en la obligación moral recuperar el control de la ciudad para sus habitantes, de manera que esta sea cura, en parte a los problemas que atañen a la sociedad actual, hablo de la soledad, el egoísmo o la crisis climática
Los centros históricos están hechos de materia y de ideas, reconstruir o conservar impolutos los yesos y las piedras que los componen no es nada si no se cuidan las maneras de vivir, también patrimoniales, en la ciudad.
07_EL PROYECTO DE LA CONSERVACIÓN (Pier Luigi Cervellati)
El autor expone que la ciudad debe conservarse según criterios científicos y universales aunque estos se apliquen a casos concretos.
La ciudad y el organismo urbano siguen leyes económicas y sociales diferentes. La carretera de la Sierra responde a este nuevo tipo de ciudad de límites difusos, de urbanidad desintegrada y de infraestructura.
La ciudad se puede distinguir en 3 partes, la A, que se debe someter íntegramente al proyecto de conservación y que responde a la zona histórica, edificada, agrícola o industrial. La B corresponde a lo edificado, no histórico, que engloba la ciudad emergente exterior al recinto amurallado, fuera de la zona agrícola.
También tipologías se pueden clasificar de manera que se catalogue el tipo de intervención permitida para cada “manufactura”, siendo las antiguas viviendas más fáciles de adaptar a nuestro tiempo que los “contenedores históricos” como conventos, iglesias o palacios.
Entiendo que la lectura tipológica como “ordenamiento de las estructuras derivadas de la conciencia espontánea” pueda ser clave para entender la historia humana, sin embargo, no me parece que la respuesta deba de ser tipológica, si no más bien espontánea y personalizada al elemento patrimonial y el momento concreto en que esta se produce. Por ejemplo, en una iglesia podría presuponerse que la ordenanza permita colocar un hotel o una biblioteca, lo que puede llevar a que jamás se intente adaptar para ser una pista de baloncesto. El criterio debe ser del arquitecto y de la crítica contemporánea, aunque se produzcan errores.
Se habla también, acertadamente, de que es la única manera de frenar la lógica cuantitativa del sistema, sin embargo creo que más que generar estrictos planes reguladores sería mas sencillo introducir la participación ciudadana en el proceso, de manera que sea más difícil que una obra poco sensible o mala pase este “filtro”. Por ejemplo, el centollo de Calatrava fue criticado por los habitantes de Oviedo desde su construcción, aunque la clase política sí lo promocionó, a saber por cuánto.
La restauración conservadora mas bien como restablecimiento tipológico me parece algo ajeno a la historia de la evolución natural de las obras humanas. Hasta la llegada del capitalismo en el siglo XIX no existía esa nostalgia paralizante que necesita del engaño para volver a terminar sus obras. Sin embargo, entiendo que esto se supero en parte en el siglo XX, aunque las nuevas generaciones, en las que me incluyo, amantes de lo explícito, sigan prefiriendo un paseo por Carcasona que por Volubilis. Quizá sea algo que deba entender la nueva generación de arquitectos, entendiendo que a arquitectura y el urbanismo deben ser atractivos y populares, a la par que intelectuales.
También se compara el valor del territorio, no reproductible, con obras de arte y con el centro histórico, y aunque entiendo la intención, es algo confuso porque en las obras de arte el espectador es un sujeto pasivo mientras que en el territorio o en el centro histórico, también patrimonio, el habitante es activo y por lo tanto si tiene el derecho a actuar sobre él de manera libre, espontánea y consciente.
Finalmente la síntesis en 3 ideas que son:
-definir el perímetro y censar las tipologías
- atribuir funciones correctas a las diferentes tipologías de manera integrada social, histórica y paisajística
-incitar a la participación en el proyecto de conservación.
A través de la aplicación de estos pretextos se puede conseguir una intervención más coherente, pese a que en algunos puntos se constriña la capacidad creativa del arquitecto, cayendo en la catalogación sistemática propia de algunos sectores de los técnicos de la “creación o conservación de la ciudad”.
08_LA CIUDAD DEL CUARTO DE HORA
Las transacciones son instantáneas, los mensajes también, ¿por qué no iba a serlo la movilidad? A priori las ventajas son claras, menos tiempo en los desplazamientos a lugares completamente especializados (supermercado, oficina, gimnasio). Sin embargo, a posteriori se demuestra que la dinámica capitalista de la productividad en nuestra vida diaria aliena y nos priva de saborear los desplazamientos, de un paseo al trabajo o a la frutería, o de un paseo por que sí. Para que este cambio de mentalidad se produzca, y se genere esta necesidad en el individuo los autores nos hablan de varios mecanismos en los que se combina de manera sinérgica urbanismo y decisiones políticas o sociológicas.
De esta manera, para incentivar el uso peatonal de la ciudad en ocasiones es necesario proyectar car-free-spaces, pero en otras vasta con emplear medidas coercitivas, sin llegar a prohibir de manera inmediata, lo que sería inaceptable a la opinión pública y quizá a la economía.
Por ejemplo, la supresión de aparcamiento. Pensándolo bien, en casi ninguna situación tiene sentido ocupar 6 m2 de suelo público altamente cualificado con una propiedad privada móvil por pura comodidad. Entre la gente que me rodea observo como medidas como el estacionamiento limitado o la prohibición de entrar en ciertas zonas del centro está totalmente aceptada, nadie siente un menoscabo a sus libertades o derechos básicos y con las siguientes generaciones estas medidas serán entendidas como razonables con el contexto.
También observo que se habla en cierto punto que la movilidad, aunque sea verde debe ser sustituida por opciones más primitivas como la bicicleta o caminar. Y esto me lleva a pensar si el problema de la movilidad es la dimensión del vehículo, su velocidad o sus efectos en las relaciones humanas. Porque a primera vista esta conclusión no me pareció razonable, ¿por qué dar pasos atrás en movilidad personal que es compatible con los ritmos de la ciudad? pero por otra parte pensé en que es importante que algo tan vital como la movilidad en un lugar tan poblado y lleno de intereses como la ciudad no dependa de tecnologías en la mayor parte de casos extranjeras que necesitan de materiales y fuentes de energía también complejas.
En conclusión, entendí del texto que algo tan complicado como mejorar las ciudades y hacerlas factibles depende de generar espacios apetecibles, que la gente quiera habitar, usar o recorrer. Pero para ello es necesario la participación en interés de los políticos y demás expertos, aspecto que vemos que cobra peso con la posición de alcaldesas como Anne Hidalgo, que se propone experimentar para que en un futuro tengamos certezas sobre la validez de estas prometedoras propuestas.
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