Tras leer el artículo de Koolhaas, Rem "¿Que ha sido del urbanismo?" entiendo que es, o en que debería consistir el urbanismo, descubro en tono negativo que el urbanismo ha sido engullido por la arquitectura en todas las ciudades creando una escena irremediable y sin precedentes, pero desde mi punto de vista, creo que si nos concienciamos más y todos los arquitectos nos unimos a la causa podemos abrirnos espacio como urbanistas ganándole terreno a las edificaciones impuestas sin precedentes, podiendo convertir nuestras utópicas ideas de urbanismo en potenciales realidades. Seguir luchando y abriendo camino sin miedo al fracaso de manera libre e imaginativa, consiguiendo abrir algunos claros de este cielo nublado.

Al fin y al cabo las ciudades son un conjunto social e informativo donde ocurren muchas cosas como dice en el artículo "La incontingencia urbana" de Bohigas Oriol, y se ha de tener en cuenta. Aunque genere conflictos de tráfico o ruido, el autor sostiene que no hay que generar núcleos externos o periféricos a la ciudad, ya que desorganizan la estructura de la misma y generan unas nuevas necesidades como carreteras e infraestructuras que inhabilitarán el centro de la ciudad. Según él, es mucho más correcto seguir mejorando el centro de la ciudad para albergar mejor sus conflictos y que no se rompa ni separe la vida de la ciudad. También sostiene la idea de que es importante para una ciudad sana tener tipologías de edificios distintos que alberguen todas las necesidades, además de las viviendas. Todo ello me sugiere la idea de pensar que la tipología mixta  de edificio (vivienda y trabajo) es un buen método para solucionar el problema que se nos plantea igual que pasaba en las antiguas ciudades; que poseían esta característica además de su crecimiento lento y no premeditado que creaba una ciudad mucho más bonita y funcional que algunas de las nuevas y premeditadas ciudades. Como nos sugiere Kevin Lynch en el artículo "El arte de planificar", quien reflexiona sobre el grado en el que debemos actuar para conseguir una ciudad bonita, funcional y centralizada dejándola crecer con pequeñas intromisones. Para empezar a tomar decisiones deberíamos conocer para quién planificamos el sitio, qué se hará en él y conocer perfectamente el lugar. Estas decisiones se deben respaldar siempre de la historia del lugar y el marco de actividades que lo engloban, ayudándonos del pasado para crear el mejor y más próspero futuro, ya que tu proyecto podrá ser modificada dependiendo del uso que le den las personas y así como usen el espacio o las actividades que realizen. Por ello el urbanista trabaja siendo consciente de que su participación en el lugar pasará a ser la historia que precederá el futuro del lugar que se ajustará debido a las nuevas demandas.