¿Qué pueden aportar los arquitectos a la mejora de la ciudad ahora?

Actualmente, la ciudad en general tiene que responder a una serie de problemas con los que los habitantes se encuentran día a día: movilidad, comodidad, organización, espacios, transportes, etc… Las grandes ciudades del siglo XXI han experimentado un crecimiento vertiginoso y desmedido durante este último siglo, dándose en algunos casos un desarrollo caótico o anárquico, debido bien a los intereses personales de los involucrados o en una mala gestión del crecimiento de la urbe.

Un arquitecto debe resolver, apoyándose en su formación y en un equipo competente de técnicos, dichos problemas de  las ciudades de la mejor forma posible. El arquitecto debe aportar orden y funcionalidad a la ciudad, sin dejar de lado la parte estética. Dado el rápido desarrollo que se está viendo en las ciudades actuales, deberá controlar dicho desarrollo y organizarlo, formando parte de los proyectos de expansión y crecimiento de ciudades en su periferia, debido a la demanda de viviendas disponibles para la población.

Además, en la mayoría de las ciudades hay una parte antigua que no puede ser ignorada, y hace falta conocimiento y sensibilidad para integrar estas zonas antiguas y en muchos casos protegidas con las soluciones que se decidan. Muchos edificios de la época necesitarán ser restaurados, y quién mejor que un arquitecto para llevar a cabo dicha tarea.

Hoy en día, y más que nunca, el arquitecto debe relacionar la trama urbana con las zonas verdes existentes previamente en la zona de la ciudad (si existiera) y debe aportar nuevas zonas verdes para uso de la población, zonas de ocio y llenas de vida, y como pulmón de la ciudad. También habrá de tener en cuenta otros factores como, por ejemplo, las vistas o las sensaciones.

El arquitecto tiene que estar en contacto con los habitantes para que le transmitan sus opiniones, sugerencias, problemas… al fin y al cabo la ciudad es por y para las personas, y todos deberían tener el derecho a aportar su punto de vista.

Resumiendo, un arquitecto tiene que poner su cultura y formación a disposición de las personas para tratar de solucionar cuestiones concretas que van apareciendo en el lento proceso del desarrollo de las ciudades.