En la actualidad, los arquitectos a la hora de proyectar un edificio tienen muy en cuenta el entorno, la sociedad, la cultura y todo tipo de influencias que podrán ayudar a generar un proyecto concreto, eficaz, rentable…

En años anteriores, la misión del urbanista era responder a una cuestión o problema pero sin tener en cuenta la repercusión que esto podía causar.

A veces, los edificios construidos, se generaban sin un fin espacio-temporal concreto, ejemplo de ello son los pabellones que se construían y una vez usados se derribaban. También existen otros proyectos en los que no influía el entorno, daba igual lo que hubiera, si este impedía una idea de proyecto clara (Ciudad de París).

Actualmente, esto último se analiza mucho más y tiene una mayor repercusión, siempre se busca una idea que beneficie tanto al lugar como al usuario intentando afectar negativamente lo mínimo posible al lugar.

Los urbanistas de hoy en día proyectan una arquitectura amplia y abierta en contra de la gran urbanización y masificación de zonas existentes. Todo esto en clara contraposición de la revolución industrial donde el gran aumento de masas de gente generó una arquitectura anti-higiénica e insalubre.

Todo esto con un fin, la mejora de los espacios y generación de ambientes positivos, agradables, higiénicos… 

Imagen de portada extraida del siguiente enlace: http://sdingenieria.com/novedades/urbanismo-sustentable-una-propuesta-de-mejora-de-la-calidad-de-vida/