Oír a Steven Holl es como oír a un padre explicar esas cosas que, por irónico que parezca, nadie habla cuando aprendes arquitectura.

Merece la pena extraer algunas de las cuestiones que le hacen para el debate. 

Qué es arquitectura.

Lo más atractivo de su respuesta es el hablar de algo que solemos pasar por alto, que no nos llama la atención a simple vista, cuando realmente ES la arquitectura: material, luces, sonidos, olores... los fenómenos que dan forma. Es desesperante tratar de proyectar y de crear un espacio sin tener en cuenta la materia que lo va a hacer posible, es tan extraño como el abogado que va a un juicio sin haber leído la Constitución española en su vida. 

Además, Holl distingue dos conceptos: idea y fenómeno, en idea encontramos los planteamientos y pensamientos intelectuales que dan forma a la arquitectura, que le dan el aspecto interno, la percepción interior de la obra; mientras que el fenómeno sería la percepción exterior, lo que sentimos, mejor dicho, lo primero que sentimos. Su posición acaba llevando a una respuesta única: arquitectura soy yo. Tú. Él. Cada uno es su propia arquitectura, puesto que cada uno es la realidad que vive. 

Cuál es la importancia de la innovación.

Steven Holl es un arquitecto al que difícilmente podemos encasillar en un estilo de arquitectura, él siempre parte de la hoja en blanco para un proyecto, enfrentarse al lugar, pensar, y reflexionar sobre el conocimiento. Por tanto siempre buscará la innovación, que no quiere decir utilizar la tecnología más reciente y costosa, sino experimentar. EXPERIMENTAR como forma de entender la arquitectura, el lugar, la relación entre ambos. Esta innovación tiene su primera prueba en el uso de los materiales, conocer nuevos materiales y nuevas formas de tratarlos.

Que recomendaría a un estudiante de arquitectura y cómo es el trabajo en oficina. 

Estas son, tal vez, las preguntas más directas y prácticas sobre el modo de vida de Holl. 

Lo primero que hay que reseñar es la importancia que da a VIVIR la arquitectura, a no quedarse en imágenes, vídeos, palabras; sino sentir las obras, tocar, oler, oír. Su ánimo para que cualquier estudiante dedique sus esfuerzos a viajar no es vano, es algo que parece que empieza a calar en las universidades y que se pone en marcha, pues no hay experiencia sin la primera persona. 

Por último, la importancia que le da al trabajo en grupo, y a saber coordinarse con un equipo, hace que se entiendan las duras jornadas de discusiones y acuerdos en un aula fría con tal de sacar adelante la intervención o maqueta de turno. Ésa es la vida del arquitecto y no puede tomarse la labor con orgullos y vanidad, el que más se equivoca como todos y no podemos dejar de oír lo que cualquiera nos quiera decir, muchas veces es necesario alejarse del trabajo para poder ver con claridad, "los árboles no nos permiten ver el bosque". 

In a search of a poetry of specifics.