Retomando la pregunta incial sobre la función de un arquitecto en el desarrollo de una ciudad, planteada a principio de curso, puedo decir que, efectivamente, éste tiene un importante papel. Son ellos los encargados de proponer arquitectura que de forma complementaria al proyecto urbanista, consiga un resultado satisfactorio para el funcionamiento de la ciudad. 

Sin embargo, el movimiento de éstas lo genera el ciudadano, principal elemento a tener en cuenta a la hora de proyectar. Son sus costumbres, su cultura y sus inquietudes lo que hace nacer las necesidades, impulsando a los ciudadanos a realizar cambios en sus estilos de vida, que se verán reflejados en la evolución urbana. Como ciudadano, la forma de colaborar en éste crecimiento parte de la interacción social. Las relacioens y la comunicación evidencia las carencias y virtudes de una ciudad. Propuestas ciudadanas de cooperación y colaboración ayudan a mantener vivo el sentimiento común de pertenencia a un lugar. Son la búsqueda de una identidad, así como el sentido crítico respecto a los problemas que aparecen en la ciudad, lo que genera el movimiento y la preocupación por la mejora a un nivel colectivo.

Como futuro arquitecto, creo que la tarea de urbanizar debe partir de la base del pensamiento ciudado, de sus necesidades. Es necesario relacionarse plenamente de la ciudad, comprender su carácter, sus entresijos, consiguiendo conocerla y formar parte de ella, así como una ciudad te forma como una parte de tí. 

Fotografía: Mulberry Street (New York) Banditst Roost, 1888.