Proyecto: Urban Games 2014
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Sòla-Morales inicia el artículo, antes de entrar de lleno en él, de manera precisa y acertada: informando del mal uso, que en ocasiones, se hace del término de “espacio urbano” y de la definición de “urbanidad”. De igual modo, también define el concepto de “urbanidad material”, entendido como “la capacidad de la propia materia urbana de expresar significados cívicos, estéticos, funcionales y sociales,…” Considerándolo como concepto básico para la definición de espacio público.
Nos propone, con acierto, que si partimos de la hipótesis de que es la condición colectiva la que define la urbanidad, se tendrá que pensar que todos los lugares de la ciudad son en parte espacios colectivos, ya que comparten el modo como son apropiados por los ciudadanos. En cambio, una construcción o un cultivo rural no tienen esa dependencia colectiva. Llegando a la conclusión, que todo espacio urbano es público y que todo espacio público es más o menos privado.
Cree que la gran cantidad de trabajos realizados en los últimos años sobre espacios públicos han enriquecido extraordinariamente las prácticas profesionales y multiplicado la atención de las administraciones. Esto ha llegado a provocar una nueva practica profesional autónoma, que ve el precinto del terreno encargado como una oferta libre de trabas y situación que no se daría en la edificación entre otros factores a clientes muchos más estrictas.
Comparto lo que manifiesta que los múltiples encargos para diseñar espacios públicos se convierten en dibujos en un lugar cerrado, el lugar se convierte, en lo que el denomina, un “show room” donde jugar con pavimentos y farolas, pendientes y rincones con máxima independencia. Sigue diciendo que la extensión de esta abundante actividad proyectual cubre países y ciudades muy diversas. Una visión aérea del mapa europeo nos impresiona por su extensión y variedad. Es un paso histórico en el concepto de ciudad, la idea de Europa como espacio común, en la idea de espacio público como lugar material.
Casi la totalidad de los proyectos son actos de repavimentación, proyectos más o menos complejos de sustitución de la piel urbana, de una superficie.
Para finalizar, comparto con Sòla-Morales que no todo espacio público, por el hecho de haberse arreglado acertadamente, conlleva urbanidad. Un proyecto puede valorar características del lugar, puede expresar cualidades paisajísticas o utilitarias, sin por ello llegar a materializar una idea de la urbanidad.
Aún no hay comentarios para esta entrada. ¡Sé el primero!
Accede o regístrate para comentar y puntuar la entrada.