Las ciudades han ido cambiando a la vez que se abandona la vida en el campo con la ciudad. Este crecimiento se puede enfocar de muchas formas con diversos resultados.

En el caso de China se ha producido un gran aumento de población de las ciudades en poco tiempo, lo que ha provocado que se creen una ciudad por zonas, una residencial y otra industrial. Por lo tanto el habitante no encuentra su trabajo cerca de donde vive y se tiene que desplazar invirtiendo gran parte de su tiempo en ese traslado. Cuanto mayor es la distancia del trabajo al hogar más se hace necesario el uso del coche. En estas ciudades predomina el coche. El caso contrario es Copenhague que fomenta los espacios públicos, le da prioridad a las calles peatonales y al carril bici frente al uso del coche. Lo que provoca que haya hasta más gente que se mueva utilizando la bicicleta que el coche y un uso mayor de la vida pública.

El modelo capitalista, ahora mismo concentra los coches en el “primer mundo” pero sería imposible que toda la población mundial usase coche. Tanto por la imposibilidad de espacio como por la contaminación. Hay que buscar alternativas al coche, en definitiva, hay que hacer ciudades para las personas que la habitan, no para los coches.