En este momento, un hueco en la capa de ozono crece por encima del Antártico hasta extenderse al sur de Australia. Melbourne es bombardeado con rayos UV solares sin contar con el beneficio de la protección de la estratosfera, lo que crea problemas de salud en la piel de sus ciudadanos. La contaminación en las ciudades es la principal causa de este fenómeno natural y podría acelerarse en los próximos años. Por eso proponemos para Melbourne erradicar el coche de la ciudad mediante la promoción del transporte público y crear un mundo subterráneo para proteger a sus ciudadanos. La superficie de las calles liberadas se convierten en un espacio colectivo construido para peatones.