Este texto me recuerda bastante al libro de las Ciudades Invisibles de Italo Calvino, empieza hablando como si fuese una utopía, pero a medida que avanzamos en la lectura, la utopía se va convirtiendo en una realidad. Y es que se trata de una isla peculiar, con ciudades adaptadas al terreno, diferentes en ese aspecto unas con otras, pero dentro de esto las construcciones son diferentes, casas, muros etc… incluso el transporte parece ser una analogía del coche al caballo y de la bici al buey. Lo que me parece más interesante es como plantea la evolución histórica de la ciudad, es decir los trazados como elemento primario se mantiene igual en todas, salvo manteniendo la topografía, pero luego las arquitecturas que lo componen ya son diferentes, todo esto supone una modificación del plan inicial. Sin duda para intervenir en una ciudad, pueblo o barrio primero hay que conocer su historia, este concepto este capítulo lo manifiesta. Cada barrio pueblo o ciudad tiene su esencia que si existen problemas como la especulación o la degradación, la zona a intervenir pierde la esencia, es el trabajo de los arquitectos el devolver la esencia al lugar asumiendo el paso del tiempo, este concepto para mí lo manifiesta el libro cuando habla del acceso a la isla con un nativo del sitio, y es que antes de intervenir en el lugar tenemos que conocerlo para no cometer un error. La variación de las infraestructuras de la ciudad respecto al diseño original es algo que pasa hoy día y nosotros somos los causantes. La ciudad sufre el paso del tiempo, y la arquitectura también, nuestra cultura es una cultura de continuidad, es decir la ciudad se plantea en una época determinada, con el paso del tiempo la arquitectura evoluciona, por tanto se pueden leer elementos de diferentes momentos históricos, y en cada momento se interviene de una manera de acuerdo al contexto, por eso la ciudad tiene diferentes imágenes y muestra esa continuidad. Este planteamiento de continuidad es muy común en la cultura occidental, es con el urbanismo del movimiento moderno cuando se intenta romper con la continuidad de otros países orientales e implantar el urbanismo occidental, se pretende una repetición y se llegan a plantear modelos aceptables para todas las ciudades sin atender a las propias cualidades que hacen peculiar un lugar.