Esta introducción de Kevin Lynch me parece interesante como motivación a tener en cuenta aspectos tan descuidados en la práctica de la arquitectura como la relación diaria entre los usuarios y el espacio proyectado, y las consecuencias de la formalización y los objetivos que persiguen estos proyectos dentro de la ciudad y de como se entiende.
Otro aspecto que me parece de especial relevancia es la adecuación de los objetivos y la formalización a la situación cultural temporal y social del sitio donde se proyecta. En el texto se hace alusión al usuario como responsable de definir los objetivos a los que ha de aspirar el nuevo espacio. En este sentido texto acierta con la previsión de su obsolescencia puesto que la pasividad de los ciudadanos de pensar sobre los objetivos a resolver en sus espacios ya no es tal.
Experimentos colectivos como el Campo de la cebada o ESTA ES UNA PLAZA, en Madrid, creo son un ejemplo del cambio de dinámica en la planificación del espacio público y de la voluntad de los ciudadanos por cambiar los espacios que les acompañan en su día a día.
Creo sinceramente que los futuros arquitectos debieran adaptarse a esta nueva forma de hacer ciudad, acercarse más al usuario y discutir en primera persona las necesidades del lugar, ahora que la situación, parece propiciar esta conciencia e implicación en discutir el espacio público.