Entiendo que la ramificación de la ciudad en zonas específicas hace que la ciudad sea muy funcionalista, se organiza por sectores que se relacionan entre sí por su uso, pero no solo se ramifican las funciones a nivel de edificio, sino que a nivel de transporte también. Una excesiva ramificación, como le pasa a Le Corbusier puede ser algo bastante negativo para la ciudad de acuerdo a los síntomas que genera en los habitantes. En mi opinión no pienso que haya que ramificar demasiado, pero una parte si, el transporte pienso que debe de estar ramificado sino se formaría un caos, como en Daca, para que una ciudad funcione el transporte es una de las cosas prioritarias que debe de funcionar, ramificándolo y ordenándolo podemos crear unas vías más rápidas y fluidas para el desplazamiento, aunque en el tema funcional no estoy muy de acuerdo, por ejemplo las universidades, cada vez más se importa el modelo norteamericano de campus, ciudades universitarias que se van colocando fuera de la ciudad, frente a tener estos edificios en el casco histórico o integrados en la ciudad, edificios como la universidad u otros pueden coexistir con otros elementos en la ciudad ya sea en su parte nueva o casco histórico, pero no me parece muy adecuado que las determinadas funciones se saquen de esta ciudad y se implanten a las afueras como si de un polígono industrial se tratase, con el paso del tiempo la ciudad seguirá creciendo y acabara absorbiendo todas las equitaciones que se sitúan a las afueras y otra vez estarán dentro. La jerarquía que impone la idea de árbol al fin y al cabo es necesaria en el desarrollo de la propia ciudad, inevitablemente aparecerán zonas más destacadas por otras y vías de mayor envergadura que otras debido a que las personas que habitan la ciudad son las originarias de estos cambios, debe de mantenerse que el habitante haga la ciudad y que al mismo tiempo la ciudad haga al habitante.