Como ya dijo Kahn: "El arquitecto que solo es arquitecto, no es arquitecto". El arquitecto tiene gran responsabilidad, ya que su acto no solo consiste en implantar un edificio en un sitio, sino que ese acto conlleva grandes consecuencias que pueden llegar a afectar tanto a los habitantes de la zona, como a todo el que de un uso de ese espacio o simplemente lo visite.

El arquitecto debe ser consecuente con el entorno, con todo lo que lo redea, no realizar un diseño egoista sin tener en cuenta nada más que sus deseos o sus intereses, ya que no solo se trata de realizar una obra bella, una escultura admirada pero incompredida, sino que se trata de realizar un edificio que de un sentido a todo, y que sea entendido por todos para así ser utilizado.

La arquitectura es un acto que debe ser pensado y responsable. Un buen arquitecto es aquel que tiene en cuenta todos los componentes de la ciudad, que vive la ciudad, y es capaz de llegar a comprenderla, diseñará por tanto un edificio único y específico para esa ciudad en ese lugar en concreto, que no será entendido fuera de ese contexto.