En primer lugar,lo  que más me ha ayudado sinceramente en este curso , es a cambiar mi perspectiva de la ciudad. Una ciudad vas más allá de lo meramente funcional como un árbol que se va extendiendo según necesita la luz. Lo más importante que podemos aportar a la ciudad hoy en día, no son espacios de una calidad y diseño magistral, sino ciudadanos que en esa pequeña parte de ciudad que has de hacer , atraigas a las personas, y que ese espacio se llene cosas cotidianas. Que ese espacio no se conciba espacio por si sólo, sino por la gente que vive y se hace en él. Al principio de curso,veía  al arquitecto como controlador de las personas, imponiendo su orden, pero es todo lo contrario,el orden ya está impuesto, el protagonista es el ciudadano, y tenemos que adaptarnos a sus necesidades, ya que a fin de cuentas, nosotros somos ciudadanos y usamos ese espacio como cualquier otro. También, que no podemos ver a las ciudades como grandes fracasos urbanísticos imposibles de resolver, emplear todas nuestras fuerzas con otros ámbitos profesionales, no solo la arquitectura, para que esos lugares muertos y fracasos en la ciudad, gracias a nuestra intervención recuperen o tengan la función inicial para la que se proyectaron, y a esa función que ya existía aportarle algo más de nuestra cosecha y generar espacios donde se puedan unir multitud de funciones, y que en el fondo estas funciones son personas , y así, ganar la calle.