Para hablar de urbanismo, necesitamos empezar definiendo que es para nosotros ciudad. La ciudad es una determinada organización funcional que cristaliza en estructuras materiales.

Las ciudades musulmanas se organizaban de dentro a fuera, desde la casa a la calle Era una manera de dejar claro, que lo importante era la casa. Algo que había que mantener intacto, no cambiar. La casa era la que prevalecía y la calle la que debía adaptarse entre los huecos que dejaban las casas.  En esa sociedad,  la casa significaba  que primaba la necesidad individual y la calle representaba el orden, la ley que supeditaba la voluntad individual.

La ciudad española ha sido un intento de conciliar la ciudad latina con esta. La ciudad contemporánea es un caos total, no está distribuida como ninguna de las anteriores, sino que está dividida formando áreas muy saturadas y otras muy vacías. No hay conexión entre ellas, estableciéndose a su vez un gran distanciamiento entre las mismas. Desde fuera el aspecto que presenta es de desorganización y poco esmero. Se ha producido un crecimiento desmesurado de estas, provocando un proceso de deshumanización y desarraigo en sus habitantes. Por todo ello, desde mi humilde opinión, hemos de intentar que la ciudad mejore en este aspecto para no sentirnos perdidos, creando zonas mejor repartidas. Es importante la idea de conjunto, la necesidad de una ciudad completa, donde cada elemento esté relacionado, donde el todo sea la suma de todas sus partes. Es importante contemplar la ciudad en su conjunto, como si de una casa grande estuviésemos hablando, en la que todas sus habitaciones estén igualmente cuidadas y en las que no se aprecien diferencias sustanciales, entre unas y otras, en cuanto a mantenimiento y servicios que proporcionen. Si el ciudadano se siente a gusto en la ciudad, esta funciona. De la misma forma, que si nosotros nos sentimos a gusto en nuestra casa, esta se convierte en el hogar  que nos alienta a vivir día a día.

En conclusión, hemos de decir que, la ciudad se caracteriza por el contexto donde se ubica y  por las necesidades de las personas que en ella viven. Esas necesidades, necesariamente, tendrán que ser cubiertas y, ahí es cuando aparece el arquitecto, aportando soluciones, de tal manera, que a su vez mejore no solo la vida de sus habitantes, sino también proporcione una imagen de modernidad, de esplendor a nuestra ciudad en general.