En este texto, Tomás Moro describe con detalle y de manera cuidada como sería una ciudad utópica, una ciudad ideal. En esta ciudad se dan todas las condiciones óptimas para la vida, aunque también muestra de manera sutil la limitación y complejidad que supone cumplir con esa forma de vida.

Concretamente la ciudad en la que nos centramos es la ciudad utópica “Amaurota”. En ella  todo está concebido y pensado para que la sociedad viva lo mejor posible aunque con algunas restricciones impuestas por el propio Utopo, del que se dice que creó la trama de esta ciudad.

Distingue las clases sociales y los privilegios de cada una de ellas, por ejemplo las personas que viven en el campo sólo pueden acudir a la ciudad los días de fiestas y ocasiones del estilo, también diversos agricultores vuelven a la ciudad tras varios años de trabajo en el campo, aunque destaca que hay muchas personas que incluso prefieren vivir en el campo porque se sienten más “libres”.

Como conclusión, a pesar de que la ciudad de Amaurota presenta muchos aspectos positivos, también resulta restrictiva, ya que coarta la libertad de elección y de actuación de los habitantes. Es una "libertad impuesta". Amaurota es un Show de Truman, una aparente ciudad idílica que dejaría de serlo en el momento en que alguno de sus habitantes quiera romper con esa "perfección" establecida.