Reflexión final | Mi año de Urbanismo
Creada el 2 de Febrero de 2015 a las 11:01 por malacaProyecto: Urban Games 2014
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Reflexión final | Mi año de Urbanismo
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El arquitecto y la ciudad.
Desde sus raíces, crece una superficie de la mano del hombre capaz de atender a las necesidades del mismo, se está formando comunidad. Es el buen desarrollo de tal
el que trae de la mano la función de habitar, el calor de un hogar.
Es el crecimiento exponencial de las necesidades de la comunidad lo que ha sido incapaz de ser controlado, derramándose por los límites de la historia y dando paso a
los conflictos que hoy en día se dan en la harmonía y las necesidades de los ciudadanos.
Aquí entra la figura del arquitecto, una persona capaz de poner solución a los problemas del urbanismo. Aunque, desde mi punto de vista, no es esta la única definición
que le daría al arquitecto, pues hoy día no es pequeño el número de profesionales que exhiben sus obras en la gran sala de exposiciones que sería en este caso la ciudad.
¿A qué me refiero con esto? A que los problemas del urbanismo lo está generando el mismo que supuestamente tiene que solventarlos, el arquitecto. Adolf Loos
hacía una distinción entre Arquitectura (con mayúscula) y arquitectura (con minúscula): la Arquitectura para él es la que no sirve para la vida, el monumento conmemorativo o funerario,
mientras que la arquitectura es la que atiende a los vivos, la que desempeña la función de habitar.
Yo hoy en día veo como la sensibilidad de los cascos históricos se está perdiendo, como el habitar en harmonía se está convirtiendo en pasear por calles grises
infectadas de automóviles. Pienso que el arquitecto debe dejar de ser arquitecto, y seguir siendo vecino de una comunidad.
Urbanismo I, una cuanto menos intensa manera de despertar en nosotros el interés por el lugar, capaz de exprimir lo que no creíamos saber sobre la ciudad.
A pesar de la intensidad y la inexperiencia, la primera toma de contacto resulta satisfactoria si echas la vista atrás y observas la evolución.
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